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Athanasia, la princesa de Obelia, pasaba la tarde sin ninguna preocupación, mientras tomaba el té de la tarde, solo pasaba el tiempo ya que no tenía ninguna tarea para realizar, fue entonces que un fuerte ruido se oyó en sus jardines de rosas, que la hizo sobresaltar.
—¿Qué fue eso? — Ella estaba algo curiosa por el ruido.
—Me preguntó que seria — Ella al oír la voz masculina se sobresaltó de nuevo.
—¿Lucas? — De repente, el mago de la torre había llegado de nuevo sin avisar.
—Sentí una disrupción mágica — El chico, de cabello negro y de ojos color rubí le miro — Pensé que tu magia se había salido de control otra vez — Athy, quien lo miraba con duda, se preguntó que podría haberla ocasionado.
—No, yo no fui la fuente — Ella le aclaró, el chico solo le miró con pereza —Pero el ruido fue cerca de aquí — Athanasia le dijo, mientras él bostezaba.
—Bien, iré a mirar — Lucas caminó perezosamente, Athanasia lo siguió porque también estaba curiosa sobre la fuente del ruido.
Ambos pasaron del jardín, y llegaron a los campos sin encontrar todavía la fuente.
—Que extraño, no siento una fuente de magia que pudiera provocarlo — Lucas colocó un dedo en su mentón, bastante pensativo — Pero claramente, fue algo mágico lo que lo causo, que interesante... — Ella lo seguía mientras oía todo lo que el mago murmuraba, intrigada por el hecho de que algo extraño podría estar pasando.
Quizás pronto, llegaría su padre también, buscando la perturbación mágica de su palacio.
Mientras caminaba, Athanasia logró ver a un chico de ropas extrañas en medio del campo, mientras observaba por todas partes; a ese chico, jamás lo había visto en su palacio, no parecía ser un sirviente, ni estaba vestido como un noble, más bien, parecía ser un mendigo que estaba por allí.
—Oye, ¿quién eres tú?, ¿por qué estás en el palacio? — Antes de poder pronunciar algo, Lucas habló primero al chico de cabello negro, que volteó hacia su dirección, claramente asustado y confundido.
Cabello negro, ojos oscuros, contextura delgada, era muy pequeño para ser un adulto, pero debía de rondar por sus catorce años.
—¿Palacio? — El chico murmuró al parecer consternado también.
Athanasia miró confundida hacia él, mientras observaba que el chico cargaba un arma, un artefacto perteneciente a su mundo anterior, en Corea. Ella se escondió detrás de Lucas, algo intimidada por el arma, el mago se dio de cuenta.
—¿Qué te pasa?, ¿quieres que lo eche? — Preguntó el mago, ella volvió a observar al chico que miraba hacía ellos fijamente, mientras analizaba todo.
