🔎13🔎

167 24 5
                                    


Sus hijos se encontraban fuera de casa, pues como favor personal Baekhyun y Taemin quedaron en cuidarlos, luego del nacimiento de su hijo Kibum se quedaban más tiempo en casa que fuera de ella y a veces Hoseok iba ayudarlos con el niño-tenía mejor...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus hijos se encontraban fuera de casa, pues como favor personal Baekhyun y Taemin quedaron en cuidarlos, luego del nacimiento de su hijo Kibum se quedaban más tiempo en casa que fuera de ella y a veces Hoseok iba ayudarlos con el niño-tenía mejor experiencia como progenitor que ellos-.

Por lo que ahora se encontraban ahí, solos, conversando bajo el manto de la noche estrellada, agradeciendo vivir a una distancia algo alejada de los suburbios recurrentes y traficados de Seúl. Un barrio tranquilo con gente de economía media y cómodo.

Lejos de los disturbios de la ciudad.

Su casa no era muy grande, contaba con una sala de tamaño medio, un baño público y tres personales en cada habitación más pequeños, una no tan pequeña cocina pues Hoseok amaba cocinar y era repostero, un pequeño recibidor en la entrada y un enorme jardín. Hoseok amaba las flores y Jimin no era nadie contra los gustos de su esposo.

Le compraría el mundo entero si su Hoseok se lo pidiera. Pero el mayor era humilde y amaba la comodidad antes que cualquier otro lujo. Jimin que siempre vivió en barrios ricos y rodeado de alta sociedad tomo su tiempo para acostumbrarse, pero como dijo Taemin; "Cuando te enamoras renuncias a todo por esa persona"

Era cierto, no le importo renunciar a su título como futuro sucesor en jefe del ejército marino sur coreano. Tampoco a los lujos que vivían día con día junto a él.

Le tomo un ritmo agradable a su vida y Hoseok hizo parecer todo más fácil, enamorándolo sin siquiera hacer el mínimo esfuerzo por ello. Hoseok seguía siendo el mismo doncel hermoso y algo inocente que lo cautivo aquella mañana de otoño.

Hoseok era tan natural y sus sentimiento y corazón también lo eran.

Jimin tenía sus largos viajes donde piloteaba los aviones de la fuerza aérea, pero siempre volvía a casa. Luego de aquella misión falsa, literalmente se jubiló y al gobierno no le quedo más de otra que darle dinero cada que le correspondía a un soldado. Sin embargo, él tenía trabajos pequeños como ayudar a su esposo en la pastelería o como mecánico en el taller de Taemin. Aunque por el momento estaba más dispuesto a recuperar el tiempo perdido con su familia, sobre todo con Jungkook a quien no vio nacer.

–¿Qué piensas?—. Jimin miro a su esposo.

Sonrió suavemente intentando no preocuparlo.

–En todo un poco.

Extendió su mano sobre la mesa, acariciando la mejilla de Hoseok, el mayor recostó su cabeza frotándose sobre la mano regordeta de su pareja.

–En como funciono nuestra relación viniendo de dos mundos diferentes, en como cambie por ti, en lo hermoso que eres, en lo culpable que me siento por haberte dejado y a nuestros hijos, en no haber sabido de Jungkook, yo aun...

–No es tu culpa—. Corto el mayor.

Asentando su codo en la mesa y tomando la mano que le acariciaba la mejilla con la suya. Dejándolas tiesas sobre su rostro.

Jihope_SE BUSCA🔎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora