Naruto Hijo de Hades y Hera (En proceso de re escritura)

Capítulo 1 (Re-Escrito)

Naruto el hijo de Hades y Hera

"Todo marchaba bien desde la caída de los titanes", recordaba, sumergido en la oscuridad de sus pensamientos. Zeus, el gobernante del cielo, reflexiono sobre los eventos pasados que han moldeado su destino. "Poseidón, Hades y yo nos repartimos los tres reinos. Fui el elegido por ser quien venció a mi propio padre en la guerra. Poseidón gobernó las aguas y Hades asumió el control del inframundo, cada uno con sus propias responsabilidades" comento Zeus con una vos melancólica al pensar en esos tiempos antiguos.

Mientras sigo adelante en la penumbra, el peso de mis decisiones pasadas me consume. "Hades, mi hermano mayor, asumió su deber de gobernar el mundo de los muertos, vigilando a los titanes, especialmente a nuestro padre, Cronos, para evitar su escape de su encierro eterno. Su carga era inmensa y admirable" siguió pensando Zeus en su hermano mayor, era cierto que no se llevaba bien pero no quitaba el hecho que le respetaba por ser voluntario para vigilar a sus enemigos.

Zeus hace una pausa, dejando que los recuerdos fluyan libremente en su mente. "Durante el apogeo de la evolución humana, todos los dioses tomamos una decisión que cambiaría todo lo existido y lo que está por existir. Los gigantes, incluyéndome a, el hijo mayor de Gea, decidimos experimentar la vida en la Tierra.

Como olvidar aquel tiempo dijo Zeus con vos melancólica pensando en aquel entonces, estaba casado con Metis, una oceánida valiente y sabía que me había apoyado en la guerra contra los titanes, no le importo a ella traicionarlos para que yo pudiera cumplir mi venganza dijo Zeus a la nada en lo particular".

Un suspiro escapa de los labios de Zeus mientras reflexiona sobre los eventos que siguieron. "Metis, con su profunda sabiduría y belleza indescriptible, era una presencia divina en mi vida dijo Zeus con un sonrojo en sus mejillas divinas. Juntos explorábamos los misterios del universo y disfrutábamos de nuestra conexión única. Sin embargo, su don de vislumbrar el futuro comenzó a revelar visiones inquietantes sobre mi destino y el del mundo".

El lamento se adueña de Zeus mientras revive los momentos de angustia y duda. "Metis, con lágrimas en sus ojos y su voz temblorosa, me suplicó que reconsiderara. 'Zeus, te ruego que muestres piedad', me imploró, buscando tocar mi corazón el corazón del gobernante de los dioses" termino con un dolor en el pecho mientras seguía recordando el mayor pecado que hiso a su propia esposa.

La mente de Zeus se llena de sus palabras, sintiendo el peso de la responsabilidad que recae sobre él. "Sus súplicas resonaron en lo más profundo de su ser. Metis me rogó que encontrara otra solución, que evitara el destino oscuro que se avecinaba. 'No permitas que la maldición de Cronos nos alcance, mi amor', susurró, con su voz llena de preocupación y amor. 'Juntos podemos hallar una respuesta, un camino alternativo'".

El remordimiento se apodera de mí mientras recuerdo la elección que hice en aquel entonces. "En mi temor y preocupación, cegado por la sombra de la profecía, tomé una decisión drástica. Engañé a Metis una noche, transformándole en una diminuta mosca con el pretexto de experimentar cosas nuevas como pareja terminé tragándola, con la esperanza de evitar el destino que se cernía sobre mí y sobre la Tierra".

Zeus Cierro los ojos, dejando que la tristeza se apoderada de su corazón. "Mi amada Metis desapareció dentro de mí, y desde entonces, su voz se ha silenciado. Me lamento por la pérdida de su sabiduría, su amor y su presencia a mi lado. El peso de mis decisiones pasadas me persigue, recordándome el precio que pagamos".

Así, en la penumbra de mi morada celestial, Zeus lamenta las acciones tomadas en el pasado, enfrentando las consecuencias de sus decisiones y la pérdida de un amor perdurable.

El eco del lamento de Zeus resuena en la vastedad del cielo, recordando a los humanos constantemente el dolor de las elecciones de un dios que más parecía un humano. Me pregunto una y otra vez si hice lo correcto, si debí haber escuchado las súplicas de Metis y buscado una solución alternativa. ¿Acaso la profecía era inevitable? ¿O había una opción que dejé escapar en medio de mi temor y preocupación? Meditaba Zeus con esos pensamientos cada día que vivía desde que cometió aquel acto.