cap.4 soñando despierta.

13 2 0
                                    

No puedo creer que me allá topado con un chico tan guapo como aquel, fue impresionante, no podía dejar pensar en aquel chico, era como si me hubiese hechizado con su encanto de dios griego, era realmente impresionante. Mi cabeza daba vueltas pensando en el, no podía dejar de sonreír como una idiota, tristemente creo que me gusto…

Hoy debo ir al instituto pero no por clases si no por unos temas in conclusos de papeleo estudiantil, podía ir a cualquier hora, ya que me había tomado el día. Partí mi día levantándome de mi cama y derecho al baño, me bañe con agua helada, refréscate, al salir y secarme por completo con unas toallas de la estantería,  Salí del baño y camine a mi cama, junte mi ropa, la que me podría poner, escogí unos pantalones negros, una camiseta blanca y una chaqueta negra, con unas botas de tacón, muy lindas, ya lista, tome mi bolso y en la otra mano tome una carpeta color rosado pastel.

Salí de mi habitación y camine a la cocina, tome un panecillo y Salí de la casa, me fui comiendo todo el camino hasta llegar al instituto, al llegar, cruce la entrada y vi que todos estaban en clases, incluyendo mi clase, me dio mucha risa, me sentía tan libre.

Al pasar barias horas, Salí del instituto, con una cierta cantidad de documentos bajo el brazo, de inmediato camine a mi casa, preocupada de todo lo que me rodeaba, solo eran las 10:40 am, si me quedaba en casa sería un día desperdiciado, sobre todo porque me podría a dormir o a ver tv.

En mi casa, guarde los documentos en mi estante, un impulso por salir me invadió, me retoque el maquillaje y volví a tomar mi bolso. Camine fuera de la casa y corrí a la avenida a tomar un taxi, realmente no corrí, camine bastante tranquila, pero mi alma quería correr, presentía que algo bueno estaba por suceder.

El taxi me dejo e las puertas del centro comercial, al bajar del taxi tuve un presentimiento “algo lindo va a pasar”  inconscientemente jugué con mi cabello y luego camine hacia mi tienda favorita,  sentí unas miradas sobre mí, era bastante extraño nunca había sentido esa emoción por entrar a mi tienda de ropa.

Al entrar, recorrí la tienda, metro por metro recorrí y busque la ropa que más estuviera acorde con mi estilo “no sé qué estilo soy pero puedo decir que me veo bien” tome un par de prendas que me gustaron y fui al probador, me las probé y en ese mismo ínstate me enamore de ellas, me volví a colocar mi ropa y corrí desesperadamente hacia las cajas de pago, una interminable fila, que gracias al mundo, avanzaba con fluidez,  al llegar a la caja, pague el pantalón y la chaqueta, ya listo, la chica que me atendió me dio la bolsa y camine fuera de la tienda, tan bella esta ropa, no podía dejar de pensar que era este el presentimiento que tenía. Camine por los pasillos del centro comercial, observaba las vitrinas de las tiendas y entraba a una que otra,  mi energía se desvanecía, solo quería volver a estar con ven, a pesar que solo hallamos estado un momento juntos, pero caía en la realidad de que no lo volvería a ver.

Los pasillos se volvían más fríos por el exceso de aire acondicionado, me coloque los audífonos y escuche música alternativa, caminando hacia el sentido contrario que el mío, venían un par de chicos altos y con su atractivo, uno con el cabello verde y otro que…bueno parecía un chico inocente con un cabello castaño oscuro, al pasar uno al lado del otro, lo mire con curiosidad y el me miro y sus labios dibujaron una sonrisa muy dulce e inocente, sonreí levemente, y baje la vista,  camine al patio de comida para comer helado y pasar el rato, vi una heladería en la que podías escoger el sabor que tu querías y ponerle encima o que a ti te pareciera bien, tome un vaso para helado y le puse helado de vainilla y frambuesa, con muchas mostacillas de colores y  chispas de chocolate, al pagar, busque una mesa desocupada, busque y busque hasta que vi una mesa desocupada y corrí hacia ella y me senté en una de las sillas. Seguía con los audífonos puestos, revolví el helado y comencé a comer lentamente, en los audífonos sonaba Cass Mccombs, al pasar los minutos alguien poco su mano en mi hombro, era una mano un tanto delicada, vi al dueño de esa mano y era el chico de pelo verde, estaba solo y con una bandeja del Mc Donalds, me saque un audífono.

Extrañas atraccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora