Fue la mejor boda del siglo la que se realizó, igual a un cuento de hadas, así fue como lo anunció el periódico de la mañana, la mujer vestía cual princesa y el hombre vestía cual caballero la boda perfecta a la vista de todo el pueblo, sus sonrisas resplandecían aquel sábado a mediodía, al salir de la iglesia la lluvia de arroz que se esperaba, entre las risas y juegos de los invitados entre bebidas y alcohol nadie se dio cuenta de aquel anillo que en el suelo quedó.
El amor muchas veces puede dañar a las personas hasta un punto que no puedes hacer nada, tu corazón no te permite ver la verdad que escondes tras las mentiras y aunque por más doloroso que sea debes aceptarlo.
Entre los invitados había un amante resentido y segado de furia mientras observa el entusiasmo y contento de los recién casados, en aquel momento odia a todos a los recién casados, a los invitados y por si fuera poco a la iglesia de paso. Pasaron cuatro meses viviendo en apariencias, el pueblo decía "la pareja perfecta" pero lo que no sabían que detrás de aquellas paredes, lo único que se podía ver era triste rostros y más que simples vocablos retumban en aquel lugar, a menos que sea un asunto de real importancia.
La infeliz princesa veía por la ventana aquellas parejas que de verdad se aman, sintiendo envidia de aquellas sonrisas que se intercambian para poder trasmitir ese amor profundo, sus hermosos ojos café miel retienen lágrimas y no aguanta más sus lindas mejillas mojadas están, las lágrimas caen cual bala atravesada al pecho no aguantaba aquel rechazo y sufrimiento tal vez ni él ni ella se amaban, pero un ¿poco de atención costaba tanto?
A los lejos pudo percibir cómo la puerta fue abierta de forma abrupta, haciendo un ruido sonoro en toda la casa, varios objetos dieran un pequeño salto de lugar, haciéndola sobresaltar del susto.
— ¿Cómo te fue en el trabajo Izuku? — La chica pregunta nerviosa, mientras disimuladamente limpia las lágrimas de su cara
— Bien, y ¿tu que hiciste mientras no estuve? — el ambiente era un poco incomodó y tenso, el hombre procedió a quitar su corbata y su chaqueta aterciopelada negra
— Solo miraba por la ventana y también hice la comida— decía con una notable inquietud por la actitud del contrario
— Bien, aunque te he dicho que puedo cocinar si quieres Ochako
La pequeña conversación dio a su fin con solo ese comentario, pasaron los días o meses tal vez y un rumor se dio a conocer, un amante secreto había, pero no se sabía si era de él o de ella...
Fueron peleas las que se desarrolló en aquella relación, dando inicios a un romance tóxico y obligado.
Hubo un perfume impregnado a su piel, era una fragancia que no le pertenecía a nadie que conociera, decidió callar pues no quería problemas
El amor duele, y aunque no ames a esa persona deben respetarse, sé que tu corazón se hace añico cuando ves que estás en la realidad y no estas con la persona que amas, pero por favor amor mío no cometas una locura.
Y aquella noche él desapareció, ella preocupada por su querido esposo, tal vez no se aman, pero en el pasado ellos eran como hermanos, ella como la mayor y el cómo el menor, pasaron 2 días y él apareció, ella preocupada simplemente lo abraza y llora en su pecho, pues ella sabe que muy dentro y aun latiendo hay un corazón muy franco.
Por primera vez después de muchos años sus corazones latieron, como la primera vez, aquel amor de hermano que se había perdido había regresado y esta vez para quedarse, aunque fuera raro y complicado ellos simplemente se ven como hermanos, y a pesar que ella no se da cuenta, simplemente se hace la ciega.
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El Amante Secreto
FanfictionPorque el amor te hace hacer locuras imperdonables, y a veces no podemos hacer nada para detenerlo