Limpié mi zapato con una toallita y respiré hondo para seguir caminando en busca de un empleo, están tan escasos en estos días.
Iba caminando despacio por la acera con mis documentos en un portafolio y mi vestimenta poco elegante, al salir de mi apartamento solo me puse unos zapatos marrones, un jean azul y una camisa marrón vieja y de por sí, arrugada.
El día era una mierda, había una ligera llovizna que empapaba mis gafas cada cinco segundos, casi no veía nada, soy un tipo sin suerte y la vida definitivamente me odia.
Llegué a esta ciudad hace unos dos meses, vengo de un lugar con pocas oportunidades y no lo pensé dos veces después de que cumplí dieciocho años, tomé mi maleta... Bueno, si se le puede llamar maleta a una caja de cartón, y tomé un poco de ropa para venirme a buscar un empleo aquí y así cumplir mi sueño, ser un gran oftalmólogo. Pero no todo es tan fácil como creí, mis ahorros casi se acaban y si no consigo trabajo esta semana voy a tener que comer de la basura. Aquí la gente viene y va, hay tanta gente que me da dolor de cabeza, no conozco a nadie aparte de mi compañero de habitación, lo conocí hace un mes en un lugar donde ofrecían trabajo, ambos llegamos al mismo tiempo y ambos salimos decepcionados porque ya habían contratado a alguien más, después de una plática de nuestras vidas y contarme que su ex le era infiel con su mejor amigo lo invité a vivir conmigo y así nos repartimos gastos, David es un tipaso, claro tiene sus defectos como cualquiera; bebe bastante, se come toda la comida que compro, fuma marihuana y deja el apartamento apestado a droga, no ordena la habitación, no hace nada productivo con su vida desde hace un mes... Es... Un tipaso ¿Verdad?¿Verdad que sí? Sí, es una mierda.
Sequé mis gafas con la esquina de mi camisa por décimo tercera vez y logré leer un anuncio, mal hecho con marcador y medio borrado por la lluvia, que decía "se busca joven mujer para atender en esta farmacia". Frunso el ceño y hago una mueca de molestia al leer "mujer" ¿Qué tienen en contra de los hombres las farmacias? Entré al lugar de todas formas y busqué a alguien que pudiera darme más información, divisé a una señora de avanzada edad limpiando unos pequeños frascos, supuse que de medicina.
-Buenas tardes, señora -le dije amablemente.
-Hola, hijo, ¿Necesitas algo?
-Sí, quiero más información sobre el puesto de trabajo.
Ella rió y negó -¿Sabes leer?
-Sí...
-Ahí claramente dice "se busca joven mujer" y a menos que seas una mujer vestida de hombre no te dejarán trabajar aquí.
-¿Y por qué no?¿Qué tiene una mujer que no tenga yo?
Ella recorrió mi cuerpo con la vista hasta llegar a mis partes íntimas y luego me vió a los ojos.
-Carisma -respondió simplemente y volvió a la limpieza.
-Esa no es ni una base ni fundamento.
-Es suficiente para mí y si no vas a comprar nada por favor vete.
-Señora, por favor, le juro que seré un buen apoyo, yo barro y trapeo, limpio, acomodo... Hago lo que sea pero deme el trabajo.
-Si vienes otra vez pero vestido de mujer tal vez te acepte.
Rodé los ojos -tampoco estoy tan desesperado.
-Entonces adiós.
Tal vez un vestido corto no se me vería tan mal... Negué y me pasé la mano por la cara despejando esos pensamientos.
-Señora escuche...
-Deja de decirme señora, que no soy tan vieja, me llamo Elena.
-Escuche... Señora Elena, enserio he ido a miles de lugares y en todos me rechazan, solo necesito una oportunidad para demostrar de lo que soy capaz.
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El Chico de la Farmacia
HumorNo sub estimemos lo que hacemos a diario, los hábitos, lo que hacemos todas las semanas o lo que nos llega cada mes...