100 preguntas a... ¡Kanáridas!

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Acabado el intro músical, las cámaras hacen tomas del público desde varios ángulos antes de fijarse en el típico espacio con los dos muebles individuales y una mesita de café.

Rainbow, la presentadora; una joven de ventipocos, piel morena, gran sonrisa y lentes cuadrados, estaba de pie junto a su asiento, de buen ánimo, esperando a ser enfocada.

          Al recibir la señal de su director, la chica se giró hacia la cámara principal—. Bienvenidos sean a nuestro episodio de hoy. El invitado de esta semana, nos acompañará unos minutos contestando nada más y nada menos que ¡Cien preguntas! Dándonos a conocer un poquito más sobre él. —Rainbow hizo una pausa y con una sonrisa en los labios guiñó uno de sus ojos a modo de complicidad—. ¿Están listos para saber quién es?

El público hizo una ronda de aplausos, silbidos, porras y vítores.

          —¿Me extrañaron? Porque yo a ustedes, sí. —Dijo mientras movía las manos alentando el ruido—. Ahora sin más preámbulos, démosle un cálido recibimiento a ¡Kanáridas! —Rainbow giró el cuerpo en dirección a una de las paredes del escenario, al mismo tiempo que pronunciaba el nombre de su invitado.

El set se llenó de ruido mientras qué aparecía Kanáridas detrás de las puertas corredizas.

Abandonando el gesto de pocos amigos que traía, sonrió con elegancia tan pronto fue recibido por las luces del set y los aplausos del público.

Él, un hombre joven alto, de piel clara, orejas puntiagudas, ojos azules y cabello largo, de color amarillo.

Estaba vestido con prendas finas, y sobre ellas una capa de color verde, sin una sola arruga.

La camisa, de mangas largas y botones, era de color blanco. El pantalón, ligeramente holgado, de color negro. Y sobre él, una franja de color verde claro. Sus pies estaban calzados con unas botas de cuero que cubrían parte de sus piernas, hasta por debajo de las rodillas.

En ambas manos, llevaba algunos anillos; así como en las orejas múltiples zarcillos y puesta —alrededor de la cabeza—, una delgada diadema con una esmeralda en el centro.

Agradado con la atención que recibía, avanzó hasta el centro del escenario. Recorriendo a todo el público con la mirada dejó de lado a Rainbow que se había acercado para saludarle.

Al girarse hacia su asiento, su sonrisa desapareció, dejando en su lugar una mueca de asco.

          Haciendo uso de una de sus sonrisas mecánicas se dirigió a la entrevistadora—. No voy a sentarme allí. —Concluida su negativa, señaló el mueble.
          Rainbow se acercó a él, confundida—. ¿Por qué no? El asiento es cómodo, puedo asegurártelo.
          —Claro. —Se burló—. Creo que tengo que ser un poco más específico para que me entiendas.
          Rainbow asintió lentamente—. ⟨Será una larga entrevista⟩.
          —Quiero un asiento nuevo. —Gesticuló con ambas manos lo importante que era su petición—. No puedo sentarme donde cualquiera lo ha hecho.
          Rainbow arrojó la mirada a varios lugares del set, su incredulidad podía levantarla y llevársela corriendo—. ¿Me estás pidiendo otra silla?
          Kanáridas sonrió—. Exactamente. Y no solo eso, también quiero que traigas pan y queso para que pueda comer algo mientras estoy aquí.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2021 ⏰

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