ATRAPADO (SASUNARU) (BORUMITSU)

EPILOGO

NARUTO

Sasuke y yo nos casamos al fin, luego de tanto tiempo al fin pudimos concretar nuestro amor soldificándolo. Iriamos de luna de miel a un sitio donde nadie pueda molestarnos, durante dos meses.

Solo nuestros hijos sabían dónde estaríamos y cómo encontrarnos. A pesar de lo de Itachi y mi sobrino no podía más con mi felicidad.

Sabía que Sasuke estaba en contacto con su hermano, por él sabía que estaban bien. Se encontraban en la aldea de la arena donde Gaara los nombró ninjas de su aldea.

Personalmente no tenía ningún problema pero era conciente de lo difícil que sería mantener mi postura frente al antigüo consejo de Konoha.

De todas maneras me importaba muy poco esos viejos. Solo quería la felicidad de mi sobrino y mi cuñado.

En cuanto a nuestros hijos, salieron del internado con honores y ahora eran ninjas profesionales.

Los cuatro tenían 16 años y formaban un excelente grupo de cuatro integrantes. Ellos fueron nuestros testigos en nuestro matrimonio.

Cuando salimos de Konoha sentía que éste era un nuevo comienzo para ambos. Kurama dormía dentro de mí muy tranquilo, él me hacía sentir muy seguro y con las fuerzas necesarias para protegerlos a todos.

Mi amado me abrazaba con ternura mientras él abría el portal y desparecíamos del lugar juntos. 

— Te amo Naruto
— Y yo te amo más Sasuke.

BORUTO

Boruto y Mitsuki se besaban con intensa pasión en la habitación del rubio, el amor iba en aumento continuo.

Ambos se dejaron caer en la cama sin dejar de besarse ni acariciarse. Ésta vez el peliazúl sería el dominante mientras que Boruto el dominado.

— Mitsuki....te deseo....mi amor...
— Aquí estoy Boruto....solo para tí....mi sol....

—¿Por siempre?
— Por supuesto, te dije que en un par de años nos casaríamos....cuando podamos hacerlo....

— En tanto....amame....por favor....mi amor....
— Tus deseos son órdenes para mí....mi precioso sol.

Las manos de Mitsuki eran expertas a la hora de hacer que Boruto disfrutara del amor. Ésto hacía delirar al rubio. La noche se tornaba fría y lluviosa pero ambos estaban preocupados en otros asuntos.

El futuro se mostraba perfecto para todos ellos, aún para Sarada y Yuki quienes disfrutaban del amor en la otra habitación.

Todos ellos se habían liberado de las cadenas del horrendo pasado, cadenas que cada uno tuvo pero ahora serían libres al fin.