Diciembre 23, 2019
¿Hace cuánto tiempo no me sentaba frente al computador a escribir todo lo que me pasa? Creo que la última vez que lo hice fue hace un año cuando pensé que ya la herida de la muerte de mi papá estaba sanada. Tendré que revisar y releer esos documentos porque de todas maneras este ejercicio de anotar todo lo importante que me pase es para que un futuro yo vea que a pesar de que hay momentos difíciles todo se soluciona. O algo así era.
En fin. Hoy retomo este ejercicio porque mi cabeza no puede dejar de darle vueltas a un asunto que me está matando por dentro y la verdad me estoy volviendo loco y no sé qué más hacer más allá de tratar de expresar en palabras lo que me pasa.
Ay, Harry. ¿En qué te metiste?
Todo es por Hannah y el estúpido beso de Isabella. Pero voy a explicar quién es Hannah porque nunca he escrito sobre ella.
Hannah es una chica que conocí en el cumpleaños de Emma. Se supone que no debería estar hablando con ella porque apenas tiene 17 años, pero rayos que es difícil mantenerse alejado porque es una chica muy dulce. ¿Puedes creer futuro Harry que también ame París? Pero eso no importa mucho. Hannah es una chica que me gustó desde el primer momento que la vi cuando intentó irrumpir en mi habitación. Es muy linda, pero creo que ella no se da cuenta de eso. Es verdad que he salido con chicas mucho más bonitas que ella e incluso mucho más maduras, pero no sé. Ella tiene algo que me hace inclinarme a ella, aunque no quiera. Es como mi propio imán.
La cosa está en que me gusta. De eso no hay duda. Pero hoy ocurrió algo fuera de mis planes.
Isabella me pidió que la acompañara a una tienda a comprar un regalo para su mejor amiga y yo le dije que sí (como siempre) porque es Isabella. A ella nunca le voy a decir que no. Sin embargo, el problema pasó cuando llegamos a la tienda.
Yo sé y soy muy consciente de que le gusto a Isabella más que como un amigo y también sé que ella no me es indiferente, es decir, es una chica espectacular. Ha sido mi mejor amiga y confidente y además físicamente es una bomba, pero estábamos por entrar al local cuando me detuvo para decirme que no me fuera a escandalizar por haber ido con ella a un lugar como aquel, que entre los dos había suficiente confianza para hacerlo, ella me sonrió con esas sonrisas coquetas que suele darme siempre, pero esta vez fue diferente. Se acercó a mí y me besó cortamente en los labios. Yo no sabía de qué hablaba y además el beso fue demasiado corto como para que yo pudiera reaccionar. De todas maneras, si hubiera tenido la oportunidad de reaccionar no la hubiera alejado porque para mí es muy difícil rechazarla cuando sé que la puedo herir. No creo perdonarme jamás si la llego a herir, la verdad.
Toda mi confusión se aclaró cuando entramos al local y me di cuenta que era una sex shop, pero eso no es lo importante. Lo peor que pasó es que justo antes de entrar y después de ese beso me di cuenta que Hannah estaba al otro lado de la calle y ¿cómo reaccionaste Harry? Como un cobarde obviamente. Solo pudiste salir huyendo.