_Estoy adentrándome en el bosque, mi respiración está acelerada, pero de un momento a otro no puedo ver lejos ya que de la nada apareció una densa neblina y me detengo para tratar de ver algo y ubicarme, solo sé que huele mucho a vainilla a mi alrededor que viaja por todo el aire como si de una trampa se tratase, y con eso se suelta una fuerte ventisca llevándose consigo toda la neblina y por casi me arrastra por todo el camino esparcido con vidrios cortados, pero se detuvo inesperadamente –Menos mal –Pensé –Por casi nada me arrastra al rallador de queso –Dije y sin más, abro por completo los ojos y escucho un fuerte trueno como su fuera un estallido de bomba en el cielo, miro hacia arriba y hago un gesto de asombro al ver que dos gigantescas nubes tienen forma de gladiadores y estos luchan a muerte. Cuando se separan se miran con esos enormes ojos llenos de odio y rocían todo el bosque con una fuerte lluvia a varios kilómetros de distancia, pero cuando se agarraban a golpes se escuchaban unos truenos como estruendo que imponían respeto. Todavía estoy boquiabierto con la mirada hacia el cielo y por debajo de mis pies están corriendo unas raíces que se enredaron por mis pantorrillas y “ni siquiera las sentí tocarme”, para culminarme dando un jalón haciendo que caiga de espalda, confundido y asustado pienso – ¡Me intriga saber qué es esto! – Al verlo, suelto un grito – ¡HA…! – Y susurro –"Madre de Dios" – pero no aguanto más y soy presa del pánico y hablo en tono alto – ¡La maldita planta está viva! ¡Y me jala con más fuerzas que las mías! – Como puedo giro mi cuerpo y me coloco boca abajo y clavo mis dedos en la tierra, solo para levantar la mirada y ver como la araño. ¡Soy aguerrido! pero ahora siento la muerte jalándome hacia no sé dónde mientras contengo las lágrimas y decido “no morir de esa forma”, así que encojo todo mí cuerpo y trato de alcanzar la planta arañándola y tratando de soltar mis tobillos y con mi lucha a lo lejos al canso a ver algo así como un cementerio, hay muchas figuras muy extrañas dentro de un inmenso pantano, están verticales como surgiendo del agua turbia y espesa, tienen forma humana pero su exterior está hecha de puras raíces y tienen un gesto de horror en sus rostros desfigurados, fue ahí cuando me di cuenta de que esas figuras eran humanos y que habían sido transformado de una alguna manera a raíces vivas, pero lo que activo mi sentido de urgencia fueros sus ojos, me miraban fijamente y con mucho miedo –Mi rostro se congelo al ver esto – Y grito con todas mis fuerzas - ¡AYUDA…! ¡SAQUEN ME DÉ AQUÍ! - Y pateo con mucha desesperación sintiendo que la vida se me escapa. Agarro y le aviento todo lo que encuentro en el camino, y sorpresivamente veo unas piedras muy brillosas, tomo cuantas puedo para aventárselas pero nada funciona. El tiempo está corriendo ya solo queda un metro de distancia para sumergirme al pantano –“Pero me viene la salvación” - Y me viene un recuerdo leve de mí pasado. Yo solía cargar una pequeña navaja y participar en peleas callejeras, con eso se me vienen dos palabras a la mente “CLAVA” y “GIRA”, rápidamente me apresuro a romper una esas rocas contra la dura corteza del último árbol del bosque para donde empieza “el gran pantano”, logro romper solo una así que es mi única esperanza, eleve mi dorso para poder alcanzar mis tobillos cubierto por las raíces y le clave con todas mis fuerzas esa piedra quebrada con forma de estaca, pero solo le alcance a penetrar una tercera parte del diámetro de la piedra y usos mis dos manos para girarla hacia la derecha con eso la enredadera se evaporo en el aire, “EN MIS NARICES”. Me levanto a toda prisa para correr en sentido contrario hasta que estoy tan exhausto que caigo sobre mis rodillas y manos, tomo unas largas inhalaciones y empiezo a derramar unas lágrimas recordando lo a punto que estuve de morir y no sé cuánto tiempo pueda resistir, sin comida, sin agua, me lleno de cólera e impotencia y empuño mis manos para darle de puñetazos a la tierra, acto seguido sucede algo que más que raro no me lo esperaba para nada. Empieza a salir una especie de agua negra y muy brillosa del mismo suelo y pienso -¿Qué es esto?, ¿Deberé beberlo?, ¿Esto me matará? –Mi mente le está dando vueltas a la idea, pero se interrumpe por una risa que proviene de atrás de mí, como si de un loco se tratara, me paro en seguida y volteo solo para hacer más misteriosa su procedencia al no ver nada. Seco mis lágrimas porqué soy una persona muy orgullosa como para que me vean llorar, pero como no vi nada me doy la media vuelta en posición inicial y veo anonadado como en un abrir y cerrar de ojos el pequeño nacimiento de agua se convirtió en un gran lago negro y viscoso y borboteando como si estuviera hirviendo en su punto máximo, este lago es inmenso cubre gran parte de los árboles, a lo lejos puedo percibir una persona corriendo a toda prisa hacia mí desde el otro extremo del lago. Estoy muy nervioso, feliz y ansioso, no sé cómo reaccionar y me pregunto en mi mente – ¿Será amigo o enemigo? -Pero me traicionan las ganas de no seguir solo, de no tener que luchar contra no sé qué más estando absolutamente solo, tengo un millar de preguntas que hacerle, trato de hacerle señas con los brazos extendidos para que me vea y le grito -¡Aquí! ¡Aquí estoy…! –Entonces el empieza a correr a toda prisa por toda la orilla del lago rodeándolo para llegar hasta donde estoy parado, pero con forme se va acercando noto algo anormal en él, no al canso a ver bien que es. Trato de caminar unos cuantos pasos hacia él pero algo me detiene, y es ver como todos los árboles que puedo alcanzar con la vista literalmente están llorando sangre con un quejido nada fácil de escuchar, incluso unos comienzan a prenderse en llamas con todo y lamento. Mientras los contemplo sin palabras, rápido regreso la mirada hacia donde estaba la persona y veo que éste tiene la piel derretida y tiene sangre por toda la camisa blanca y no espero más y trato de correr para que no me alcance pero me tropiezo y uno de los árboles deja de sangrar y gemir, así que lo trepo lo más rápido que mis piernas me permiten como si un macaco lo trepara, pero me resbalo, no tengo nada de fuerzas –“CREO QUE MORIRÉ” –Pienso una y otra vez mientras resbalo por el tronco. Solo pensé eso y el árbol endureció su corteza para tener mayor agarre y subir rápido mientras yo trataba de normalizar mí respiración, pero es tarde, me levanto del suelo y doy un gran brinco con las últimas fuerzas que me quedan pero “la criatura” alcanzo a tomarme del pie derecho y a jalar de mí, peor… levanto sus pies y dejo que su peso hiciera todo el trabajo por él, -“Efectivamente” –Me derrumbó sin el más mínimo esfuerzo, pero el árbol inmediatamente comienza de nuevo a llorar sangre y no solo a escurrir sino que ahora la salpicaba por todo su alrededor cosa que veo con asombro ya que la criatura le quema la sangre lo que le impide acercarse a mí y a hacer ¿quién sabe qué?, pero no desiste está a lo lejos esperando a que todo se acabe y me mira con esos ojos negros penetrantes. De la nada y repentinamente salieron dos inmensos tornados, uno a mi derecha y el otro a mi izquierda, el de la izquierda era de color azul y en lugar de vientos huracanados estaba hecho de gas con color, el otro tornado también parecía estar formado de gas pero de un color rosa, ambos arrancando todo a su paso, veía como arrancaban los árboles desde sus raíces que estaban a su paso y pienso – ¡Esta es la razón por la que los árboles sangraban!¡ Presentían la llegada de estos tornados para darles fin! - La criatura fue elevada por los aires por uno de los tornados y se aproximan más hacia mí y empiezan a jalarme –“Me preparo para morir” – Y me pongo pecho a tierra para no ver ya que tengo mucho miedo y estoy mudo por todo lo que he pasado las últimas horas en menos de un día. Con eso una mano tomo mi brazo izquierdo, no puedo abrir los ojos por los fuertes vientos y por todo el polvo que se levantó, era imposible que pudiera ver algo y menos ver quién me tenía firmemente agarrado de su mano, mientras oigo la fuerza del viento noto que ambos tornados se están uniendo en uno solo, eso me pone aún más nervioso y me percaté de ello ya que uno hacia un rugido parecido a un león en combate y el otro se escuchaba como si fuese un halcón furioso y terminaron por unirse y hacer una ruido chilloso entre los dos. Pasaron unos intensos 30 minutos aproximadamente para que se disiparan, tal como aparecieron desaparecieron sin demora, en seguida abro los ojos para mirar eso o ese que me sujeto durante todo este tiempo.

ESTÁS LEYENDO
JUEGOS MORTALES
AventuraJeremy es un chico popular que lleva una vida que muchos envidiarían, pero en una de noche de excesos cometió un pequeño error y ahora es privado de su libertad para ser parte de un experimento en donde se pondrá a prueba su integridad así como sus...