CAPITULO 1.
Escucho el molesto ruido del celular avisándome que tengo que ir nuevamente al mismo colegio, con los mismos profesores, con los mismos compañeros y con los mismos problemas, me levanto de mi cama dejando atrás aquel sueño donde puedo sentirme muerta por un momento y despierto a la realidad, me pongo el molesto uniforme que siempre me hace sentir más gorda de lo normal, me paso el cepillo unas cuantas veces para hacerme una coleta, en ese momento es cuando mi madre despierta para darme dos tortillas con queso…pff que irónico para eso mejor lo hago yo total ella no sabe cocinar muy bien.
“Ten tu comida y apúrate para irnos porque tengo que dejar a tu hermana” exclama mi madre con esa tonta expresión de quererme lejos “si” es lo que siempre contesto y lo único que debo de responder.
Termino de comer, me lavo mis dientes y voy directamente a la cochera con mi mochila esperando nuevamente a mi madre y hermana que siempre salen tarde “siempre te tardas en el baño y terminas por atrasar a tu hermana” dice con una expresión un tanto enojada “disculpa pero si ella se levantara mas temprano le daría tiempo” le respondo, claro sin levantar la voz porque lo que menos quiero es pelear y que me quiten la disque libertad que tengo “siempre con tus tonterías, ¡abre la puerta que se nos hace más tarde!” me reclama aventándome las llaves al piso.
El trayecto a la escuela es un infierno ya que se la pasan hablando sobre ellas misma como lo que van hacer en el día, mientras yo permanezco callada mirando por la ventana deseando estar en otro lado o mejor dicho en otra familia… Al llegar al colegio dibujo una sonrisa suave para disimular lo deprimida que estoy, “hola Paula” me saluda con una sonrisa de lado y lado como todos los días mi compañero Rodrigo “hola” le devuelvo el saludo con una sonrisa más larga para no parecer grosera, me dirijo a mi pupitre que cabe señalar que esta atrás de una de las personas que más detesto MICHELLE, solo el pronunciar su nombre me dan nauseas pero al ser una de las mejores amigas de mi supuesto amigo no tengo otro remedio que no hacerle tanto el feo…
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Quiero vivir, pero quiero morir.
RandomAdolescente que relata su cotidiana rutina de todos los días donde cada día mejora y se derrumba al instante, con el paso de los días no soporta la ira ni el dolor y así va cayendo a malos hábitos.