Capitulo 3.
Comienza la clase de química todos hablando y según trabajando mientras permanezco en mi pupitre sin decir ni una palabra en lo que qué trabajo, pasa historia y todo sigue igual, pasa diseño grafico y lo mismo. Por fin dan el toque de receso, me dirijo con mis amigas Monse, Verónica, Paulina y Daryana a comer, bueno literalmente porque mi madre nunca me da dinero, trae algo a la casa para llevar o me compra algo, lo que quiere decir que es muy raro verme comer en la escuela.
“Hola” “holi” “holu” “hola” vuelven a saludar como si no nos hubiéramos visto en la mañana “hola” me siento junto a ellas mientras comen “ay Paula que envidia a ti se te marcan mucho los huesitos de arriba” al momento de que termina de hablar Monse pongo mi mano donde termina mi cuello talvez no lo vea pero siento los huesos muy salidos y con poca piel y le pregunto “¿esto es para envidiar?” “Claro que si, ya quisiera estar como tu, estas delgada” me responde, siguieron comiendo y hablando. “¿Ya vamos a caminar?” pregunta Vero, “Si, ya me canse de estar sentada se me va a entumir el trasero” le digo con una leve sonrisa “jaja vamos” dice Paulina, salimos del salón y empezamos con esa caminata de lado y lado de la escuela.
“Mira esta la put* con Cesar” me dice Daryana a lo que volteo y efectivamente estaban los dos juntos caminando mientras se toman la mano, pff ¿Cómo es posible que alguna vez lo haya considerado mi amigo? No lo digo porque sea amigo de ella, pueden ser amigos de ella siguieren pero, remplazarme con esa no lo creo, yo estuve siempre con el en las buenas y en malas como lo estoy con Héctor y así es como me da las gracias, alejándose de mí y hablando con los populares “maldita plana, te asegura que Cesar quiere con ella” digo mientras refunfuño de odio “mmm creo que si, siempre están juntos” me responde “no se que le ve es una put*, una plana, con una voz de p**o, con una carácter de la fre**da, greñuda y piojosa” contesto siguiendo refunfuñando más “jajaja no se ve tu odio a Michelle pero la verdad tienes razón” lo dice dibujando una sonrisa muy larga en su cara, “¿De quien hablan?” pregunta Monse y le respondo “de Michelle” “ash ya no quiero nada” lo dice con una torcedura de boca “jaja bueno pues no” logra dibujarme una sonrisa.
“¿quieres la ultima galleta?” me pregunta Daryana “si, gracias” le digo con una sonrisa y con unos ojos con más vida ya que muero de hambre siempre, la tomo y en ese momento Michelle y Cesar quienes no note que caminaban a sentido opuesto ósea hacia nosotros estaban delante mío y me pregunta Michelle “¿Me das una galleta?” mientras dirige su mirada hacia el envoltorio de galletas que me dio Daryana pero claro solo tiene una y no se la pienso dar y le respondo “no” ella avanza a unos pocos centímetros de mi intentando darme un empujón en el hombro pero como ya dije es plana y termino por empujarla yo sin ningún esfuerzo, escucho el ruido de una banca de afuera moviéndose, volteo y es ella que casi se cae “jajajaja” me río lo bastante alto como para que escuchara media escuela, Michelle se va de la mano y abrazando a Cesar. “por put*a” digo en voz baja y Daryana se empieza a reír.
*Toque* corremos al salón a continuar con las clases toca mate y es lo mismo continuo sin hablar, inglés lo mismo, vuelve otra vez el receso y todas salimos a caminar “¿podemos ir al sol un rato?” pregunto “vamos” contestan todas, ahora ¿Por qué al sol? Bueno soy muy friolenta mis manos y pies se ponen muy fríos en poco tiempo aunque haga calor, estando e el sol es mejor mi cuerpo se empieza a entibiar y mis amigas ya me pueden tomar de la mano.
*Toque* volvemos al salón y con las tres ultimas clases es lo mismo, dan el toque de salida, tomo mis cosas y me dirijo hacia Héctor “¡Héctooooor!” lo abrazo por detrás “ah me dolió jaja” dice el, salimos tomados del abrazo a la salida a esperar a nuestros padres, pero por lo mientra hablamos…
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Quiero vivir, pero quiero morir.
RandomAdolescente que relata su cotidiana rutina de todos los días donde cada día mejora y se derrumba al instante, con el paso de los días no soporta la ira ni el dolor y así va cayendo a malos hábitos.