[+𝟣𝟪] • ᴛᴏᴅᴏʀᴏᴋɪ ᴛᴏᴜʏᴀ • ᴛᴀᴋᴀᴍɪ ᴋᴇɪɢᴏ • 𝓤𝓷 𝓶𝓮𝓻𝓮𝓬𝓲𝓭𝓸 𝓬𝓪𝓼𝓽𝓲𝓰𝓸.

𝘖𝘯𝘦-𝘴𝘩𝘰𝘵

⚠️Advertencia:

• Uso de sustancias.
• Vocabulario fuerte.
• Sadomasoquismo.
• Violencia Consensuada.

⚠️ Aclaraciones:

• Au [Alternative Universe] No poseen Quirks.
• Touya × Rayita × Keigo.

Las luces de los callejones parpadeaban cada cierto tiempo amenazando con quemarse y dejar la zona a oscuras, las calles estaban desoladas a altas horas de la noche y de no ser por unos cuantos carros que iban y venían; se podría confundir aquel sitio con una ciudad fantasma. Pero no todo era tan tranquilo como se aparentaba, dentro de un edificio en partícular había un departamento en especial dónde cosas inimaginables solían suceder.

Las rojas luces LED de la habitación se reflejaban en el sudor que se deslizaba por la fina piel del muchacho que ahí se encontraba, atado, amordazado y siendo azotado como si de un animal se tratase. Los gritos y gemidos eran ahogados por la pequeña bola de plástico que mantenía en su boca, hilos de saliva bajaban por su barbilla deslizándose sutilmente por el cuello del joven; acostado en una enorme cama King sin poder huir y moverse a su antojo. Oh, pero no hay nada de que temer. Pues la visible excitación entre sus piernas decía lo mucho que se encontraba disfrutando de ese momento.

— Estás tan duro— agregó su acompañante—, que sucio y repulsivo chico eres.

Sin importarle si estropeaba o no la cama, la chica vertió sobre el un líquido dulce y aceitoso. Con suaves caricias comenzó a expandirlo por todo su cuerpo, dándose el tiempo de acariciar los muy bien trabajados músculos del muchacho; de no ser por el la lujuria que comenzaba a cegarla podría afirmar que tiene un mejor físico que su novio. Sonrió con malicia agradecida que hoy era una de esas noches en las cuales podía hacer sus travesuras, todo gracias a que Touya quizás se encontraba peleándose con alguna pandilla en alguna de las calles desoladas de la ciudad; tal como era costumbre. Así que sabía perfectamente que no llegaría hasta arduas horas de la noche o quizás del día siguiente.

Luego de estar segura que el aceite comenzaba a ser absorbido por la piel del rubio dió inició a otro de sus juegos.

— ¿Sabes lo que acabo de hacer?— resopló con superioridad. El joven le dió una mirada confundida, por claras razones no podía responder— Mueve tu estúpida cabeza con un si o un no.

El chico ahogo un gemido tras sentir el fuerte agarre sobre su miembro, pero de una manera notoria se sintió más sensible que de costumbre. Así que comenzó a imaginarse de que se trataba y asintió torpemente con la cabeza. La chica sonrió satisfecha.

— Buen chico— con su lengua limpio un poco el hilo de saliva que caía por la barbilla del rubio, con sus dedos comenzó a trazar un camino lento y riguroso por todo su cuerpo hasta detenerse cerca de su ombligo—, tu pene parece que está apunto de estallar— agregó con burla— ¿Deseas que juegue un poco con el?— sin pensarlo dos veces el chico asintió desesperadamente.