Prólogo

3.3K 188 24
                                    

Fuego exorcista de maldiciones.

Narrador omnisciente.

—Satoru, me llegaron noticias de un gran incendio que se generó hace unos días en el distrito de Nishitama, dentro de un bosque en Okutama. —el imponente hombre de gafas que tejía peluches, iba a seguir hablando, pero fue interrumpido.

—Es una pena, quería hacer un poco de turismo por ahí, dicen que es bastante lindo... Pero no voy a poder si está todo quemado. —dijo con una sonrisa.

El albino sabía bien que si el director lo había llamado, no era un incendio normal. Solo quería interrumpirlo para picarlo un poco.

—Satoru, según los informes, se ha intentado extinguir el incendio, pero sin importar lo que hagan, las llamas no cesan; ni tampoco avanzan. Varias maldiciones de segundo y primer grado fueron atraídas por una enorme cantidad de energía maldita proveniente del fuego... —hizo una pausa dramática y dejó de lado al peluche que estaba haciendo para mirar al de ojos vendados—... Todas las maldiciones fueron exorcizadas al hacer contacto con las llamas.

—¿Eso qué tiene conmigo? —dijo Gojo aún sonriente.

—Quiero mandar a los estudiantes de primer año a revisar; supongo que entiendes por qué tiene que ver contigo. —dijo el superior volviendo su atención a los peluches.

—Sí, sí... —Satoru movió la mano en un saludo desinteresado mientras se volteaba para irse, luego sonrió para sus adentros—... ¡Parece que por fin tendré un poco de diversión!

—En 2 horas deben irse, diles que se preparen. —finalizó el director.

4 horas después.

—¡Llegamooos! —festejó el profesor.

—Por fin. Ya no sabía que hacer yo sola en ese tren. —se quejó la chica del grupo.

—Oi! ¡No estabas sola, estábamos todos nosotros también! —reprochó el pelirrosa.

—Ustedes no son chicas, no sirven —se dió la vuelta y comenzó a caminar para adentrarse en el bosque—. Vamos, vamos, no tengo todo el día. Quiero ir a comprar ropa bonita. —cerró los ojos con fastidio.

—¿Qué venimos a hacer exactamente, Gojo-sensei? —cuestionó el pelinegro.

—No sé —se encogió de hombros el mencionado—. Nos tienen de bomberos... Iría a hacer un poco de turismo, pero la parte más linda está dentro del fuego. —suspiró con decepción.

—Podemos ir a comer cuando veamos que no haya nada raro en el fuego, ¿no? —dijo el pelirrosa, ilusionado, juntando sus manos.

—¡Sí, Yuuji! —le levantó los pulgares en aprobación a su alumno—. ¿Qué te gustaría comer?

—Yo aprovecharía a ir a un lugar costoso, Gojo-sensei paga. —dijo el pelinegro.

—¡Es ciertoo! —gritó la pelinaranja—. Quiero sushi. —dijo cerrando los puños con brillitos en los ojos.

—¿Solo me quieres por mi dinero, Megumi-chan? —dijo con una mano en el pecho el mayor, haciéndose el dolido.

—Ni siquiera. —le respondió frío.

El Profe suspiró.

—Llegamos Profe. —dijo Yuuji apuntando al fuego.

Era como un muro gigante de llamas de un rojo intenso. Quemaban todo lo que entrara en contacto con ellas y no dejaban ver nada de lo que había del otro lado... Si es que aún quedaba algo.

ᎷᎽ ᏌᏁᎥᏉᎬᏒᎦᎬ JJK (Gojo Satoru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora