𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗜

1.6K 142 33
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Arriete


─Ay, mierda, eso debe doler como los mil demonios ─rodé los ojos mientras trataba de hacer una buena toma de mi tatuaje.

─Rochi, sabes que estaré más que gustoso por ser el primero en rayar tu preciosa piel ─murmuró Yoongi con esa voz baja y ronca.

─Guacala, no hagas eso mientras me haces mi tatuaje ─dije haciendo una mueca, los dos rieron.

─Pero si no hacemos nada ─murmuró él con una risa baja.

─Estás coqueteando con ella indirectamente ─hice una leve mueca al sentir un agudo dolor en mi pierna─ joder.

─Es relleno preciosa, aguanta un poco.

Rochi y Yoongi siguieron con su tonto filtreo mientras yo seguía buscando un ángulo perfecto para hacer un video para mi estado de WhatsApp, hasta que por fin lo hice y lo subí, mis manos ya estaban temblando por el picoteo de la maquina de tatuar, no era el primero, sin embargo, ese dolorcito seguía siendo el mismo.

Miré mi muslo llenándose de tinta negra y roja, amaba los tatuajes y mi querida madre no iba a impedirme... Otra vez.

El tatuaje estaba terminando y sentía que ya me quedaba sin pierna.

─Oh my good, te quedó hermoso ─susurró Rochi luego de media hora, me pare algo temblorosa, sacudí mis piernas y solté un chillido emocionada.

─¡Yoongi, esto está perfecto! ─grité mirándome en el espejo.

─Sabes lo que debes hacer linda, sigue cada instrucción de siempre, deben irse, está muy tarde ─asentí guardando la crema que se pone en el tatuaje, había estado aquí casi tres horas, luego de despedirme de Yoongi, de la mano de mi amiga salí del local.

─Tu madre se pondrá como loca

─Eso ya no es novedad Rochi, apenas cruce esa puerta me dirá todas las cosas de siempre y aprovecha para decirme lo que no puede en un día normal. ─hice una mueca.

─¿Tu hermano no te defiende?

─Mi hermano es como el tapete aburrido de mi cuarto que ni me acuerdo su color, o sea es como si no estuviera.

Alcé mis hombros pero dentro, muy dentro de mi, dolía que él no se meta en mi defensa. Jugué con el arete de mi lengua chocándolo contra mis dientes pensando en los recuerdos de mi infancia....

Otra vez

─¿Has pensado en eso nuevamente? ─preguntó Rochi con voz suave.

─Siempre Rochi.

─No puedes dejarlo ¿no cierto?

─No ─me limite a contestar.

─Si pudiera pedir un deseo... pediría que él no fuera tu hermano, lo pediría por ti Arriete.

𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐊𝐈𝐌 |𝐊𝐓𝐇| +𝟏𝟖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora