𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐊𝐈𝐌 |𝐊𝐓𝐇| +𝟏𝟖

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗜𝗫

Arriete 

─ ¿Sabes a dónde fue? ─apreté con tanta fuerza mi mandíbula que creí me fracturaría o algo así.

─Ya te dije por tercera vez que no lo sé ─contesté sosteniendo con fuerza la taza en mi mano, pensé que lo rompería, y también sostuve con fuerza el celular con mi hombro para evitar que se vaya al suelo.

Sequé mis manos una vez terminé de lavar todos los trastes, Amy estaba sacando la ropa de la lavadora y papá había ido a trabajar, y Jungkook, pues creo que fue a clases.

─Si sabes algo ¿me podrías avisar? ─en serio que Amelia estaba siendo como un grano en el culo.

─Amelia, Taehyung me dejó muy en claro que no tengo que meterme en sus cosas, así que lo siento, no tendré una discusión con él nuevamente por ti, adiós.

No dejé que responda simplemente colgué. Desearía saber en dónde diablos de metió Taehyung, pero ya ven como son las cosas, estoy lavando trastes en vez de llamarlo, porque ¿salir a buscarlo? no señor, eso no va conmigo.

Me di media vuelta para caminar a la sala, Jungkook era como un niño, joder, dejaba sus cuadernos, bolsos, y cosas de entrenamiento, por todos lados.

Suspiré mientras recogía y los dejaba apilados a un lado, no tenía la confianza de invadir la privacidad de ese chico y entrar a su habitación. Por lo tanto, prefería dejar a un ladito donde no moleste la imagen de la sala.

─Cariño, ¿serias tan amable de comprar unas cosas? Jungkook vendrá al almuerzo y no tengo hecho las compras.

─Claro, con gusto ─por lo general Jungkook no venía al almuerzo así que me pareció raro, le miré raro y pregunté ─ ¿vendrá al almuerzo?

─Si, parece que su entrenador no irá a la universidad y prefiere comer en casa. ─sonrió emocionada.

─ ¿Te hace feliz que venga? ─me recargué en la isla que dividía la sala con la cocina y le miré con curiosidad.

─En efecto, Jungkook muchas veces pasa en su mundo y eso es el boxeo, la mayoría de las veces come con sus amigos y rara vez llega a parar a la casa, se me hace costumbre cocinar solo para Yoongul y para mi ─soltó una risita sacando algunas cosas para cocinar.

─ ¿Estudia algo más?

─Jungkook está en una universidad de deportes, desde niño ha mostrado ser muy ágil para esas cosas, así que su padre lo apoyaba y le llevaba a partidos de fútbol, de béisbol, infinidades, hasta que por la televisión vio un programa de boxeo ─Amy suspiró sonriendo─ quedó fascinado y eso fue lo que le gustó hasta el día de hoy, él dice que le recuerda a su padre cada que lo practica.

Sonreí enternecida.

─Yo quisiera ser como él, tener una visión de tu futuro y de lo que estarías haciendo con tanta pasión en unos años ─murmure.

─Ya verás que lo sabrás, no tienes que sentirte frustrada por no saber que hacer, cada uno camina su ritmo, Arriete. ─Amy tomó entre sus manos las mías, di un respingo, sorprendida ─Oh, lo siento...

─No, no ─negué rápido afianzando el agarre, sentí mis ojos arder, esperé siempre que mi madre me diga algo así, que me consolara por no tener un futuro planeado y sentirme tan frustrada, quería sentir su tacto maternal, que me acaricie la cabeza, la mejilla y me miré con ternura mientras me susurraba cosas reconfortantes, pero espere sentada hasta el día que salí de esa casa─ yo... ─mi garganta se cerró.

─Me tienes aquí Arriete, no seré tu madre...pero puedo ser algo como una amiga, si tú lo permites, tengo un hijo varón, ya sabes, nunca he podido hacer cosas de niñas con él ─eso me hizo reír. Sus manos tibias y suaves junto a las mías, se sentía muy bien, su tacto era próximo a una madre─ una vez quería vestirlo de un duendecillo, era un traje para ambos géneros, pero hizo tantos berrinches que prefirió ser un guerrero con su noble corcel blanco.... ─rodó los ojos sonriendo.