Carmesí [Ejiro Kirishima]

Unica Parte

Un año, había pasado un año desde aquel día. Juraba que ya había asimilado aquello y pude continuar mi vida como si no me afectara tanto.

Sin embargo.
Desde aquel día, todo había tomado una baja disminución de colores y, aun que sabia que alguien mas sufría como yo o más, me negaba a expresar mi sentir. Después de todo, siempre fui una exagerada para mi familia.

Aquel número par me era terror puro y odiaba haber nacido en el después de aquel suceso.

Recuerdo que dos semanas antes fui a visitarle al hospital, estaba bien, estaba viva y platicaba con él igual que lo hacia antes de que eso se presentara.

Y poco antes de saberlo, Kirishima y yo disfrutábamos de una agradable navidad, pero como cada cosa en esta vida no dura para siempre  Él no fue la excepción. Aun recuerdo como hacíamos chistes de las personas que le mandaban mensaje con fines románticos y apesar de que los rechazaba seguían insistiendo, recuerdo como nos emocionavamos por la nueva canción de nuestro grupo favorito y recuerdo como fue el día que nos tomamos la foto con ellos.

Aquel día yo viaje a su casa un día antes para llegar a tiempo al día siguiente, la emoción y nervios estaban al tope y es que era la primera foto que tendríamos con uno de nuestros artistas favoritos, no dormimos rápido como teníamos planeado pero tampoco fue tan tarde pues su madre nos regaño.  A la mañana siguiente nos bañamos al mismo tiempo -una en cada baño diferente- y al terminar de alistarnos rápido salimos rumbo a la Plaza donde estarían, allí esperamos horas y horas, gastamos la mayoria de nuestro dinero en tipa y cosas autografíadas y mas tarde por quienes estábamos allí aparecieron.

La foto fue rápida, no recuerdo si salí bien o si él salio bien pero estamos felices; ahora desearía haber detenido el tiempo allí.
Él quería que su integrante favorito le firmara el disco y peleamos con el mánager de este para que no nos corriera pero no lo logramos y salimos de la plaza enojados, tristes pero felices y con un hambre descomunal.

En otra ocasión, hacíamos lo posible por que su mejor amigo fuera a su casa y a si yo conocerlo, decía que seríamos buenos amigos también pero no lo conocí, al menos, no ese día, no por que él me lo presentara.

Existían tantos recuerdos lindos y divertidos a su lado que por mas simples que parecieran los atesoraba con cada parte de mi corazón. 

Tome mis audifonos, abrí la aplicación de musica y lo coloque en aleatorio; por suerte o desgracia la canción que sonaba era Sparks De Coldplay y fue la canción perfecta para llorarle mas en aquella noche.

It's you that I hold on to ~ esa frase me representaba en ese instante, era una sucia garrapata aferrada al recuerdo de alguien que ya no estaba.

But I won't let you down ~ era lo que me mantenía viviendo, no lo defraudaría y seguiría luchando por ser lo que queríamos ser, al menos eso quería creer que hacia.

La canción termino y dio paso a Telephones de Vacation y solo cerré los ojos mientras mas lágrimas salían en silencio, esa canción era lo que sentía cada día y me negaba a expresar libremente.

¿Cómo fue que tardamos tanto tiempo en darnos cuenta? ¿Por qué tanto medicamento no fue suficiente para salvarte? Si pagamos los mejores doctores, el mejor hospital, donamos suficiente sangre y hasta sabíamos que realmente no era grabe.

Quizá no fui lo suficientemente buena contigo y por eso fui castigada deja dome sin ti, ¿el cáncer fue mi castigo por e ser mala persona?

El día de tu muerte salí de la escuela antes por orden de mi mamá, sabia que algo malo había ocurrido, pues solo me saco una vez y fue por que murió mi bisabuela así que fue fácil deducir que te había ido. Tome mis cosas y simplemente deje que hablara con mis maestros -no llore allí- y partimos hacia el auto, mi padre nos esperaba para ir a su casa -en el trayecto tampoco llore- pero escuchaba los lamentos de mi mamá, ella te quería mucho y lo sabia bien hasta usaban playeras a juego; llegamos a nuestro destino y bajamos, todo voltearon a vernos y eso me molestaba no necesitaba su lastima por que eso no te traería devuelta a mi.

El rezo dio inicio con tu cuerpo en aquella caja de madera barnizada, todos a mi alrededor lloraban, pero yo no lo hacia, al finalizar pasaron a despedirse de ti ¿los escuchaste? Yo solo me acerque vi tu cara, tus ojitos cerrados y tu cabello carmesí con raíces negras acomodado sobre una pequeña almohadilla, no dije nada y salí al patio delantero.
El cielo era hermoso, tan hermoso como Ejiro y las nubes había adoptado la forma de un ángel ¿era él viéndome, viéndonos? Me preguntó si esta anonado por no verme llorar o estaba feliz de que no lo hubiera hecho.

Al día siguiente tenia un evento escolar, se supone con eso nos calificaran pero no asistí, solo deje mi parte de los adornos y salí de allí. Mis compañeros me miraron raro, con lastima ¡odio la lástima! Sobretodo odio a aquel sujeto.

Durante los siguientes dias y por las noches lloré, por fin saque lo que aguante aquel 11 del mes actual.

Seguido de ello quise morir, que razón tenia para estar en la tierra si Kiri ya no estaba para alegrar mis días, mi animo bajo un poco y, aun que nadie lo notaba, yo sabia que no era la misma, era alegre, bromeaba, cantaba, bailaba pero no era igual.

El arcoiris se volvió tenue.

Me enojaba cada vez mas y mis peleas con mi madre y padre eran cada a vez mas regulares y aun que sabia que estaba mal no dejaba de hacerlo, pues así podía verlo regalándome en mis sueños. Fue así hasta que quizá se aburrió y deje de verlo.

Lloraba por todo, hasta lo más mínimo. Me excusaba con que era por un libro, un anime o película triste, incluso hasta  use de excusa los nervios por entrar a la universidad, pero no era cierto.

Mi madre Y mi padre hablaron conmigo por lo último, me dieron ánimos para dejar de "estar nerviosa", pero sabia que en fondo comprendían mi verdadero motivo. Me animaron a escribir, dibujar o incluso platicarles como me sentía.

No quise mostrarme débil delante de ellos pues sabia que se sentirían terribles y lo mejor que pude hacer fue intentar dibujar, pero no era lo mio realmente; sin embargo, el escribir...

El escribir era algo en lo que era mas buena, así que he aquí una carta. Dirigida a mi yo del futuro, a el viento o simplemente al vacío y las canciones que el acompañaban al escribirla.

Pero, Ejito Kirishima, quizá es para ti y tu próxima vida; aun guardo la esperanza de encontrarnos en la próxima y las demás que el sigan, por favor esperame.

Apague la musica, guarde los audífonos y e acosté en la cama. Al cerrar los ojos escuche que me decían "si" no los abrí, estaba cansada de llorar y escribir, me cubrí con la sabana y abrace el muñeco de felpa, por que si, a  mis 18 años aún dormía con un muñeco, claro que era mas por él que por mi.