Después de bastantes intentos fallidos Denki se decide a invitar a su amor platónico a salir, Shōto quiere que su relación con Midoriya avance y Touya y Tomura tienen un pequeño problema en su departamento
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Todo el mundo los miraban, solo se escuchaban algunos susurros de lo que había pasado, el rubio estaba sonrojado esperando la respuesta a su pregunta
"¿Saldrías conmigo?"
El contrario estaba sorprendido, paso una de sus manos a sus cabellos morados mirando al rubio que tenía al frente.
No podía creer que el rubio se había adelantado
El pelimorado sonrió estremeciendo al rubio, abrió la boca a punto de responder pero su mejor amigo lo interrumpió haciendo una extravagante pose
-¿De verdad crees que Shinsou caería tan bajo como para salir con alguien del salón A?- miro al rubio con un mechon negro que asemejaba un rayo
-Monoma- Shinsou trato de calmar a su amigo pero claro, el rubio estaba más concentrado en escupir sobre los de la clase A
-Nose si eso es triste o estúpido- se acercó al de la clase A y le apunto con un dedo -Si de verdad crees que Shinsou saldrá contigo debo decir que eres mas tonto de lo que pensaba- se acercó más obligando al contrario a dar un paso atrás -Escucha bien tonto de la clase A, Shinsou es...- no termino de hablar pues una mujer castaña le dio un golpe en la nuca noqueandolo en ese instante
-Lamento lo de mi compañero- se disculpo mientras se llevaba al rubio dentro del salón para acomodarlo, para ser una chica tenía la mano pesada
-¿Entonces?- volvió a llamar la atención del pelimorado y de todos a su alrededor -¿Saldrás conmigo?- volvió a preguntar viendo directamente al contrario quién no pudo evitar soltar una pequeña risa alegré
-Claro- respondió sin pensarlo haciendo que en el rostro del contrario se dibujara una brillante sonrisa
No paso ni un minuto antes de que la campana de la escuela sonara anunciando que el receso había acabado y todos debían ir a clases
-Te escribiré luego- le dijo el rubio al contrario quién solo sonrió antes de meterse a su salón
En cuando la puerta del salón B fue cerrada el rubio suspiro aliviado, había tenido miedo de ser rechazado frente a todo el salón B y frente a sus amigos más cercanos quienes estaban detrás de él, un pelirrojo golpeó suavemente su espalda y le mostró el pulgar.
El rubio y sus amigos fueron a su salón, por suerte su profesor aún no había llegado, apenas abrió la puerta y una de sus compañeras de cabello rosa se paró de su butaca
-¿¡Cómo te fue!? ¿¡Dijo que si!?- pregunto emocionada
-¡Dijo que si!- grito alegre mientras se dirigía a su butaca, la pelirrosa dio un brinco de alegría y todos se acercaron al rubio rodeando su butaca
-¿Enserio?- el rubio asintió orgulloso
-Oh, esto es fantástico- la pelirrosa junto sus manos emocionada
