La canción "Fake Love" de BTS sonó a todo volumen, anunciando el fin de las horas de sueño de Jimin.
Con pereza, logró levantar un poco la cabeza, dándose cuenta de que eran las siete y cuarto y que ese día comenzaba el colegio. Dormir veinte horas y acosar a chicos con cuerpos de dioses en la playa se había acabado, y ahora tendría que volver a la rutina: deberes, exámenes, trabajos, presentaciones y un sinfín de actividades aburridas.
Justo cuando estaba empezando a entrar en depresión, su hermano Chanyeol entró en su cuarto.
—¡Jimin, despierta! ¡No querrás llegar tarde al primer día de colegio! —exclamó.
—Que te den, Chanyeol —respondió Jimin, levantando un dedo en señal de desdén mientras se daba la vuelta, intentando mantener unos segundos más la sensación de estar dormido.
—Muy bien, así que no te quieres levantar, ¿eh? —replicó Chanyeol con una sonrisa burlona.
—Mmm, no —dijo Jimin, mientras su mente comenzaba a divagar hacia una paradisíaca isla hawaiana, donde había pasado parte del verano. Recordaba al chico guapo que le invitó a un batido tropical...
—Entonces enviaré esa foto en la que sales tan favorecido, ¡la que te saqué durmiendo, esa en la que se te cae la baba, a Yoongi!
—¡Mierda! ¡No serás capaz! —exclamó Jimin, abriendo los ojos de golpe—. ¡Dijiste que la habías borrado!
Saltó de la cama como un ninja y atrapó el móvil de Chanyeol, pero no había ninguna foto, solo la pestaña abierta de un sitio web poco apropiado.
—Y la borré, pero mira qué fácil ha sido hacer que te levantes —contestó Chanyeol, con un aire de victoria.
Jimin suspiró más tranquilo y volvió a tumbarse en la cama, ignorando la alarma. La idea de que su máximo crush, Min Yoongi, viera una foto en la que aparecía babeando como un bulldog dormido no era algo que deseaba experimentar. El hecho de que Yoongi fuera tan amigo de Chanyeol no ayudaba a mantener su imagen ante él, a pesar de lo evidente que era que había una atracción en juego.
Min Yoongi era ese tipo de persona a la que Jimin le dejaría coger el último trozo de pizza, y eso era amor del bueno. Su fantasía empezó cuando, en la guardería, Yoongi lo ayudó a quitarse un moco que su hermano Chanyeol le había pegado en el pelo. ¿Romántico, no? En realidad, fue algo asqueroso, pero en ese momento, el hecho de que le ayudara sin importar lo desagradable que fuese aquello fue para Jimin una proposición de matrimonio en toda regla.
A los seis años, Yoongi le regaló un dibujo de una oveja verde y ella obligó a sus padres a enmarcarlo y ponerlo como cuadro de bienvenida en el recibidor de su casa.
Dos años después, le preparó macarrones de colores que Jimin empezó a llevar a todas las reuniones que tenían.
A los doce, jugando al juego de la botella, les tocó darse un beso. Sin embargo, como Jimin sentía vergüenza y no quería, pidió a todos que se dieran la vuelta, y entonces Yoongi le dio un beso en la mejilla. Ese momento lo guardaría para siempre en su corazón.
Parecía que estaban destinados a hacerse mayores y que Yoongi podría llevar a Jimin a una velada romántica, convirtiéndose en el típico cliché, ¿no? Hubiera sido así, si no fuera por algo que ataca a los adolescentes, convirtiéndolos en seres malolientes con hambre de sexo a todas horas: las hormonas.
Yoongi comenzó a acostarse con todas las chicas y chicos que se cruzaban en su camino, y, como él, muchos otros. A medida que esto sucedía, las ilusiones de Jimin se fueron desvaneciendo lentamente, y tuvo que conformarse con ser solo su amigo. Seguramente debería tener una camiseta que dijera "Yo también estoy en la friendzone", aunque por dentro siga completamente enamorado de él.

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ᴛʜᴀᴛ ᴠɪʀɢɪɴ ɪs ᴍɪɴᴇ - ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ
أدب الهواة- - - - - - - - ʜᴀᴄᴇ ᴜɴᴏs ᴀñᴏs ʟᴏs ᴄʜɪᴄᴏs ᴅᴇsᴄᴜʙʀɪᴇʀᴏɴ, ᴇɴ ᴜɴᴀ ᴍᴀʀᴀᴠɪʟʟᴏsᴀ ᴄʟᴀsᴇ ᴅᴇ ʙɪᴏʟᴏɢɪᴀ ǫᴜᴇ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴍᴇᴛɪᴀɴ ᴄɪᴇʀᴛᴀ ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴇ sᴜ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ ᴇɴ ʟᴀ ɴᴜᴇsᴛʀᴀ ʟᴇs ᴅᴀʙᴀ ɢᴜsᴛɪᴛᴏ. ᴅᴇsᴅᴇ ᴇɴᴛᴏɴᴄᴇs ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴍᴇᴛᴇʀ sᴜ ɴᴇᴘᴇ ᴇɴ ᴇʟ ᴀɢᴜᴊᴇʀᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ᴅᴏɴᴄᴇʟᴇs ʏ ᴄʜɪᴄᴀs ᴇɴ...