- ¡Hola! ...
- ...
- ¡HOLAAA!
- ...
- ¡ALÓ! ¡TODOROKI SHOUTO!
Shouto abrió los ojos con dificultad. Todo era muy brillante y se sentía en paz, una paz rara.
"¿Me morí?"
- No, solo estas dormido.
"Ah, es bueno saber...".
- Uhum...
"Espera..."
- ¿¡Puedes leer mi mente!?
- Pues, ¿Sí?... Digo, soy como el Dios al que tantas religiones rezan. Tengo muchos poderes. -Dijo con una sonrisa divertida.
- Entonces sí me morí...
- ¡No! ¡Que solo estas dormido!
- Y, ¿por qué te me presentas entonces?
El Dios se le quedo viendo un rato. Bajó de las escaleras en las que estaba parado y empezó a divagar. Como pensando en si decirle o no.
Shouto se le quedo viendo, no podía creer del todo lo de que él era Dios, el Dios al que muchos le rezan.
Parecía un joven, no aparentaba tener más de 25. Tenía un largo cabello negro que le llegaba por debajo de la cintura y acababa en trenza. Vestía trapos blancos que se veían sedosos. En su cintura tenía una especie de cinturón rojo con apliques dorados.
A simple vista parecía un joven apuesto con un disfraz de otra época, pero si lo observabas por un rato más, podías sentir esa "aura angelical" o una extrema paz. Imposible que un humano común pudiera emanar un aura tan poderosa.
Lo que lo convenció de que esa persona no era un humano común fueron sus ojos.
Uno dorado y uno plateado oscuro. Ambos parecían tener estrellas volando en ellos y brillaban. Se veían hermosos.
- Bueno, Todoroki Shouto, la verdad me he presentado porque me has llamado mucho en todos estos años.
- Pero si yo no rezo tanto...
- Es cierto, pero como Dios veo a todos por igual, sin importar de los méritos que hacen. Claro que se siente bien cuando me rezan, pero simplemente no puedo discriminar a los que no lo hacen.
- Perdón por no hacerlo...
- Jajaja, no importa. Como te decía, he escuchado tu llamado desde hace mucho. Posiblemente desde que eras un niño. Cosas como "Ayúdame" "No soporto" "Quiero que pare", son como súplicas que puedo interpretar como llamados, incluso si son solo súplicas del corazón y no verbales.
Shouto se quedó con ojos abiertos. Sentía el pecho apretado, posiblemente era vergüenza o tristeza.
- Tuviste una infancia difícil y otros momentos desagradables hasta la fecha, lo siento por ello. A pesar de ser Dios, no puedo asegurarles una vida plena a todos. Como tú hay muchos que sufren. Hay demasiados que piden por algo, que piden por salvación, pero, aunque quiera, no me puedo permitir darles lo que piden a todos. No soy tan omnipotente como creen. Hay límites que yo mismo impuse y no puedo ignorar.- Caminó hasta quedar frente a Shouto. Lo veía fijamente, como analizándolo.
- Sin embargo, cada cierto tiempo me permito a elegir a alguien al azar para poder concederles lo que han anhelado por más tiempo o con más fuerza. Por cosas de la vida, la suerte ha sido tuya y, Tú, Todoroki Shouto, me has estado pidiendo retroceder el tiempo por varios años. - Dijo con una cara seria y apuntándolo con el dedo.
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Anhelo
FanfictionÉl es gay y no soporta la idea de que la sociedad lo sepa. "El ser gay no es el fin del mundo, Todoroki Shouto." Por negar una parte de sí, ahora se encuentra pidiendo un deseo imposible. Anhela que regresen el tiempo. ... Wuenas, esta es la primera...