Hey Alice! [ ✔] ( Shadows 2)

26° Escuadrón Fénix

La única raza poderosa que queda de la humanidad... y yo soy su creador .

James

Alice

Suspire en frustración al escucharlo decir tal barbaridad

— si pudiera ver tu rostro en este momento te daria una patada por que de seguro estas sonriendo con orgullo creyendo que has echo algo asombroso - refute con burla

— Bueno, no esperaba un elogio exactamente, ¡pero tampoco un insulto! -grito cerca de mi oido mientras jalaba mi pelo - ¿creí que querías respuestas?, acaso no querías saber de donde vienes y todo eso.

— Tu no eres mi creador degenerado no eres ningún Dios - exclame molesta - mi único hacedor sería mi padre entiendes

— Niña – me callo de golpe, como si mi comentario lo hubiese herido y solto mi cabeza haciendo que edta pegara con la silla – no me refiero a las personas que lograron concebirte, me refiero a la persona que te dio esas geniales habilidades, gracias a mi ustedes son únicos en su especie ¿no te parece genial? Poco a poco el pecado que nos invade a nosotros desaparece en ustedes

— Ja, ¿genial? ¿Por qué me debería parecerme genial esto?– cuestioné

—¡Por favor!, Todos los niños quieren tener poderes, tener el poder de efectuar un cambio de ser únicos y que la gente los anote, no te hagas la que no deseaba esto.

— Disculpa , ¿acaso tienes hijos?, por que si es así , tendrías que saber que lo que un niño menos quiere hacer en esta sociedad retrógrada es ser único o diferente, las cosas no son como en las peliculas demente, por qué la gente le teme a lo desconocido a todo aquello que rompe sus estándares de lo que es
"normal".

El no dijo nada, se quedó en silencio pero podía sentir su furia al escuchar sus pasó como si algo de lo que dije no le pareciera uno de ellos comenzó de pronto se escucho colo su mano golpeo con fuerza una de las paredes haciendo que el eco hiciera en estruendo mas fuerte , no me importa si esta molestó  solo quiero saber que hago aquí, saber si el es un peligro para los demás y cuales son sus puntos débiles, una vez con eso correré lejos de aquí.

– Eres igual a ella - susurró molestó

— No te escucho si balbuceas ya dime ¿que hago exactamente aquí?

— Ja, después de insultarme, ¿ahora si quieres respuestas? No juegues conmigo niñita - gritó pegando su cara a la mía o eso supuse por que aliento rozó la comisura de mi nariz  percibiendo un olor a menta y tabaco

—¡uy disculpa te pise floresita!– añadí sarcastica–, pues claro que quiero respuestas, estoy atada a una silla con lo que supongo es una maldita cadena por que pesa horrible, con los ojos vendados en quien sabe donde con un lunático que cree que es capaz de eliminar el pecado del cuerpo humano como si de Dios se tratará.