the taste of honey | yuyeon; soqi

IV. Oh My God

Soyeon estaba molesta. Y no era debido a la furiosa tormenta de afuera.

Yuqi y ella tenían planes para trabajar en canciones y comer a domicilio, y los miembros del personal le pidieron a Soyeon que ayudara a Yuqi con algunos programas nuevos con los que tenía problemas.

Pero sólo quince minutos antes de que quedaran, Yuqi le envió un mensaje de texto diciendo que tenía otros planes con amigos y que se había olvidado por completo. Normalmente, Soyeon lo superaría enseguida, pero ya era la tercera vez este mes que Yuqi le cancelaba en el último momento.

Sabía que Yuqi era una mariposa social, lo contrario de todo lo que era Soyeon, pero aun así le dolían las acciones de la chica. Yuqi necesitaba ayuda, así que Soyeon despejó su agenda personal para sacar tiempo para enseñarle. Y en lugar de conseguirlo, ahora está sentada sola en su estudio en una hermosa noche de viernes mientras Yuqi estaba cenando elegantemente con sus nuevos amigos y los otros miembros estaban celebrando una fiesta de pizza en la residencia.

Yuqi siempre se dejaba envolver fácilmente por nuevos amigos y actividades, así que no fue una gran sorpresa. Pero, tontamente, Soyeon se veía a sí misma como una de las pocas cosas que Yuqi siempre ponía en primer lugar. O quizá lo era, pero ya no.

El ambiente entre ellas había cambiado en los últimos meses. Yuqi solía aferrarse al lado de Soyeon y contarle todo lo que pasaba en su vida. Pero recientemente, Yuqi se había distanciado. En lugar de pedirle a Soyeon que fuera a comprar al supermercado, iba sola o con Shuhua. Veía dramas sola todas las noches, sin molestarse en preguntarle a Soyeon si quería verlos para poder acurrucarse en el sofá. Yuqi hablaba con sus otros amigos en voz baja por teléfono cada vez que Soyeon andaba por ahí, aunque ésta no entendía el mandarín.

En las noches de tormenta, Yuqi solía colarse silenciosamente en su habitación y acurrucarse en su cama, demasiado asustada para afrontar la tormenta sola. Estos días, Soyeon encontraba a Yuqi saliendo de la habitación de Minnie en su lugar, tras noches llenas de truenos y relámpagos.

Yuqi ya ni siquiera volaba de un lado a otro de China, pero se sentía más distante ahora que durante aquel estresante periodo.

¿Había hecho algo malo? Pensó en todas las interacciones que tuvieron en el momento en que Yuqi dejó de hablarle, pero no pudo señalar una sola razón para la inusual frialdad de la chica. Sólo hicieron su rutina habitual de bromas y gestos cariñosos. ¿Tal vez Soyeon había llevado una broma demasiado lejos? No recordaba nada de eso, pero sabía que Yuqi era la más sensible de todas, aunque fingiera ser fácil de llevar.

Había pasado más de un año desde que casi se besaron, pero después de esa noche, Yuqi nunca lo había reconocido ni siquiera insinuado. Una parte de Soyeon estaba agradecida de que la otra chica no se burlara de ella (porque nunca podría vivirlo), pero otra parte de ella se sentía molesta porque Yuqi nunca notó la misma tensión que ella sentía.

Soyeon tuvo tiempo suficiente para darse cuenta de que tenía sentimientos más profundos por la chica más joven, pero se obligó a seguir con normalidad e intentar ignorar cada vez que su corazón se aceleraba cuando Yuqi se acercaba. ¿Quizá Yuqi se había dado cuenta por fin del enamoramiento de Soyeon y le daba asco? Eso explicaría muchas cosas, pero Soyeon no se atrevía a pensar en esa posibilidad.

Soyeon pensó que la mejor manera de superar sus complicados sentimientos era con su mecanismo natural de afrontamiento, así que empezó a escribir furiosamente las letras de las canciones, sin importarle demasiado lo bien que sonaran. Sólo quería sacar toda la emoción.

Soyeon ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado cuando oyó que se introducían dígitos en el teclado de la puerta de su estudio. El reloj marcaba las 11 de la noche y Soyeon se dio cuenta de que no había cenado. Tal vez Miyeon se había pasado por allí para darle una pizza, como había hecho en el pasado cuando Soyeon se quedaba trabajando hasta tarde.