Capítulo 4: Un Nuevo Comienzo

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Estos años en la cárcel, para Delfina han sido difíciles. Ya que todos los días se atormenta con la idea que hubiera pasado si ella no hubiera matado a Lorenzo. Quizás el la estaría visitando todos los días o la haría reír con algo absurdo, lo extrañaba muchísimo.
Nadie la visitaba excepto el abogado por petición de Florencia y de Federico.
En el fondo de su alma sabía que eso era obra y gracia de Flor, por qué sabía que Federico aún no la podía perdonar del todo.
Quería cambiar, pero había algo en ella que aún no podía soltar. Aún no le cabía en la cabeza el por qué Fede había preferido a Flor antes que a ella, pero ahí viene a su mente Lorenzo. Dentro de la cárcel, había una chica que les enseñaba artes, a pintar a esculpir y sobre todo a distraerse un poco de la vida que llevaba ahí. Le recordaba a Sofía antes que Malala se había obsesionado con que Delfina debía casarse con Federico.

Mariana: ¿Cómo estás el día de hoy Delfina?
Delfina: creo que bien, sólo que extraño a Lorenzo.
Mariana: haz podido hablar con tus hermanas o con tu mamá?
Delfina: mi mamá se esfumó y no creo que vuelva, mientras que Sofía no me recibe las llamadas.
Mariana: ¿y Flor?
Delfina: a ella fue la que más lastime ¿tu crees que me quiera ver?
Mariana: Delfina, tu haz cambiado desde que llegaste aquí. Creo que deberías darle esa posibilidad a tu hermana de escoger. ¿No crees? Dame la dirección de su casa y yo misma iré allá a hablar con Florencia.
Delfina: ¿de verdad harías eso por mi?
Mariana: Claro que sí, tu ya cambiaste y estás pagando por eso.

[Delfina le dio la dirección donde posiblemente estaría Florencia, Mariana acudió y tocó a la mansión Fritzenwalden.]

Fede: ¿quién eres tú?
Mariana: tu debes ser Federico Fritzenwalden yo soy Mariana, vengo desde la cárcel para hablar con Florencia Fazzarino.
Fede: ¿de la cárcel?
Mariana: soy profesora de artes y conocí a Delfina Santillan.
Fede: creo que no debiste venir.
Mariana: Delfina cambió y necesita que sus hermanas estén con ellas ¿no crees?

[se oyen unos pasos, es Flor y al ver esto pregunto]

Flor: ¿quién eres tú?
Mariana: soy Mariana, vengo desde la cárcel para entregarte este sobre y hablar contigo.
Flor: ¿de la cárcel?
Fede: es un mensaje de Delfina.

(una parte de Flor quiere escucharla pero otra parte no por todo el daño que había hecho).

Flor: amor, nos podrías dejar solas?

(Fede sabía que Flor le daría una oportunidad a lo que debía decir Mariana)

Fede: estaré en el despacho.
Mariana: Gracias
Flor: porfavor sigue (le apunta a los sillones)
Mariana: Gracias por escucharme. ¿Es tu primer bebé? (le apunta a su vientre)
Flor: no de hecho es el tercero.
Mariana: vaya

(de apoco mariana le comenzó a comentarle a Flor sobre el cambio que había tenido durante todo este tiempo en prisión.)

Flor: no me tomes a mal, pero de ella no se que pensar.
Mariana: yo se qué es difícil de creer, pero ahora cumplo con entregarte esto y decirte que ella realmente cambió. Adiós

(Flor al cerrarle la puerta a Mariana, comenzó a leer la carta que le había escrito Delfina)

Flor y Federico:
Yo sé que cause muchísimo daño entre ustedes y a la familia en general, pero quiero que me den chance de mostrarles que cambie para bien. No hay día que no extrañe a Lorenzo y que no me pregunte  ¿por qué lo tuve que matar? ¿Por qué no lo escuche antes?. Quizás ustedes no me quieran ver pero quiero que me den una última chance de demostrarles lo arrepentida que estoy.
Tengo días de visitas casi todos los días y espero poder verlos y si no quieren verme lo entenderé.
Delfina.


(Algo en Flor sintió, creo que es momento de cerrar un capítulo por eso llevo la carta y golpeó la puerta del despacho)

Flor: Fede, tenemos que hablar.

Ganó el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora