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Capítulo 6 : ¿Y qué hay de malo en eso?

Wei Wuxian volvió a trabajar en el bar una semana después de dejar el apartamento de Lan Wangji. Nie Huaisang había empezado a trabajar en los mismos turnos que él, preocupado por su amigo.

Los primeros dos días después de volver a vivir con Nie Huaisang, Wei Wuxian apenas había salido de su habitación. Apenas comía, y Nie Huaisang tuvo que culparlo para que bebiera agua. Al tercer día, había logrado contarle a su amigo lo que había sucedido. Nie Huaisang se sentó en su cama y lo abrazó, y los dos pasaron el resto del día viendo The Great British Baking Show. Al cuarto día, Wei Wuxian logró ducharse y comer dos veces. El quinto, llamó a Nie Mingjue y le pidió que le devolviera su antiguo trabajo. Él había aceptado fácilmente. Durante el fin de semana, desempacó su maleta. Dobló con cuidado la sudadera con capucha de Lan Wangji que había usado el día que se fue y trató de controlar la ola de dolor que amenazaba con abrumarlo. Lo metió en la parte trasera de su tocador.

Lan Wangji intentó acercarse a él. Llamó y envió mensajes de texto, pero Wei Wuxian los ignoró a todos. No podía enfrentarlo. No quería escuchar sus excusas. No quería que le rompieran el corazón cara a cara.

Así que fue a clase y al trabajo y trató de actuar como si todo fuera normal. Sonrió y charló con sus compañeros de clase, sirvió bebidas y preguntó a los clientes del bar cómo les iba la semana, y cuando le preguntaron cómo estaba a cambio, les dijo que nunca había estado mejor. Se negó a llorar, se negó a pensar, se negó a sentir.

"A-Xian", dijo Nie Huaisang, haciéndolo a un lado, con expresión de preocupación, "no tienes que esforzarte. Puedo cubrir el alquiler un poco. Si necesita más tiempo, podemos encontrar a alguien a quien cubrir hasta que se sienta mejor ".

"Estoy bien Huaisang", respondió Wei Wuxian.

"Wei Wuxian, no estás bien", respondió bruscamente Nie Huaisang. "Apenas has dormido, no estás comiendo bien y te quedas con los humos. Tienes algunas... ¡Demonios, tus ojeras tienen ojeras! "

"Huaisang," suspiró Wei Wuxian. Tomó un respiro profundo. "No puedo parar ahora. Si me detengo, pienso, y no quiero pensar ".

Nie Huaisang suspiró. "Bien. Pero esta noche tendremos una pijamada en tu habitación. Me asegurare de que te vayas a la cama ".

Wei Wuxian le dio una pequeña sonrisa. "Gracias, Huaisang".

Pasó otra semana más o menos igual. El sábado, Wei Wuxian fue el encargado de cerrar. Nie Huaisang había ido a la parte de atrás para ayudar a su hermano a hacer un inventario, dejando a Wei Wuxian para limpiar. Estaba barriendo cuando escuchó sonar el timbre de la puerta.

"Lo siento, pero estamos cerrados", dijo Wei Wuxian, sin levantar la vista de su tarea.

"No estoy aquí para tomar una copa. Estoy aquí buscando a mi hermano idiota ". Wei Wuxian levantó la cabeza para ver a Jiang Cheng parado justo dentro de la puerta.

"¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que ibas a volar a Los Ángeles esta noche ", dijo Wei Wuxian, colocando la escoba a un lado.

"Vuelo por la mañana. De hecho, necesito empacar, pero en cambio, tengo que venir aquí y poner algo de sentido común en mi hermano ", dijo Jiang Cheng, molesto.

Wei Wuxian suspiró. "Toma asiento, nos traeré algunas bebidas ".

"A-Xian, Da-ge quiere saber-" Nie Huaisang se detuvo en seco. Sus ojos se encontraron con los de Jiang Cheng y sonrió coquetamente. "Bueno, hola, marinero".

Jiang Cheng se sonrojó de un rojo brillante. Miró al suelo. "¿Y tú quién eres?"

Nie Huaisang se acercó a él y le extendió la mano. "Nie Huaisang, un querido amigo de Wei Wuxian y hermano del dueño del bar. Tu impecable sentido de la moda me dice que debes ser Jiang Cheng ".