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"Hola, Jiang Cheng<3"

¡Oh, por los dioses! ¡El había contestado con un corazón! ¡Un maldito corazón! ¿Por qué debía ser tan lindo?

Jiang Cheng se hallaba metido entre sus cobijas mientras se aferraba fuertemente al celular, pensando en lo bonito que es él maestro y en qué envió un corazón junto a su mensaje. Si alguien pudiese verlo en este momento no creería que es un hombre de 27 años.

"¿Has estado bien, Wei Ying?"

"Podría estar mejor:( Pero hey, aún no hemos arreglado nuestra cita! ¿Tienes un día libre esta semana?"

Jiang Cheng se preocupó y también quería escribirle que estaría libre para el cada segundo de lo que le quedaba a su vida, pero contuvo su impulso de idiotez.

"¿Está todo bien?
Estaré libre el jueves... Puedo pasar por ti a la escuela. Si quieres..."

"¡Awwww que caballero! ¡No creí que serías tan tierno!". Wei ying se estaba riendo de lo tonto que podía ser cuando alguien le gustaba.

"¡No soy tierno!"

" Jajajaja te imaginé frunciendo el ceño hacia el celular. Deberías apiadarte de este ser y mandar una foto de tu preciosa cara enojada!"

"¡Tú!!!! Idiota!"

"Jajajajajaja puedo sentir tu furia hasta mi casa. Que lindo <3". De hecho, pudo imaginarse un pequeño ceño fruncido y sus afilados ojos violetas mirándolo, mientras sus piernas se hacían gelatina por la emoción, pero decidió no contarle eso.

El corazón de Jiang Cheng estaba a punto de salirse, lo llamó lindo, tierno y de cara preciosa en su primera conversación. Iba a morir, eso era seguro. Tal vez enviarle una foto no sería tan mala idea.

Trató de encontrar un ángulo perfecto para una foto, sin éxito. Estaba más que claro que no podría hacerlo.

"Sigo esperando mi foto:( no seas malo con el pequeño A-ying".

Sintió como su pecho se apretaba, de verdad, este hombre sería su muerte.

"¿Pequeño!? Tu de verdad!!"

Después de unos segundos volvió a escribir.

"¿Te parece si hacemos una videollamada? No soy bueno cuando se trata de fotos"

Wei ying estaba eufórico, de verdad quería gritar y decirle que sí. Luego recordó que había estado llorando toda la tarde y que su cara estaba más inflada que un globo y toda su emoción se vino abajo. Trató de buscar una manera casual de rechazarlo, pero se detuvo ante la posibilidad de nunca volver a tener la opción de una videollamada.

El maestro se estaba demorando un buen tiempo en contestar, Jiang Cheng creyó que tal vez fue demasiado lejos y pudo asustarlo, se apresuró a escribir un mensaje de disculpa, pero la respuesta que le llegó hizo que su corazón se acelerara.

"Mmmm bueno... Te parece si hacemos una llamada normal? De verdad quiero verte, pero no estoy presentable en lo más mínimo. Y quiero que la próxima vez que me veas digas que soy hermoso".

Jiang Cheng sonrió.

"Estoy seguro de que eres hermoso aún si dices que no estás presentable. Pero está bien, una llamada entonces".

Pocos segundos después la pantalla de Wei ying se iluminaba, y una voz algo ronca y seductora llenaba su habitación. Esto era el maldito paraíso.

Hablaron por horas, reuniendo información de cada uno. Su conversación se basó en Wei ying siendo un completo desvergonzado, y Jiang Cheng gruñendo y riendo de vez en cuando.  Antes de dormir el maestro mencionó que esa llamada contaba como una cita, así que sería más fácil para él verlo el jueves. El joven de ojos violetas no pudo contener su emoción, al saber que Wei ying también estaba nervioso.

Un pedacito de sol en la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora