1. Nuevos Comienzos.

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8:30 am

La parte más difícil del día. ¡detesto los lunes!, ¿y sino voy a clase? Total ¿que es faltar la primera clase de semestre? , solo se presentan los temas, más y más plática exasperante, mejor me la salto.

En medio de mis pensamientos matutinos, el timbre de mi apartamento retumba haciéndome suspirar. Okey universo capte la indirecta. Debo ir a clase.

Recojo mi cabello en un moño desorganizado, busco mi sandalia izquierda debajo de mi cama, el timbre vuelve y suena.

Para este punto mi malgenio ya ha alcanzado el 50% de posibilidad de que mate a un ser humano. Respiro antes de gritar "Voy" alargando un poco la "Y" e intento que desde mi cuarto la exagerada persona que está en mi puerta entienda que estoy ocupada.

Al encontrar mi sandalia, me levanto y miro mi celular 8:37am. Ni 5 minutos he tardado y esa persona sigue tocando mi puerta.

Al abrir, mi madrugador y atlético amigo entra.

-¡Porfin! - exclama al sentarse en mi sofa/cama. Me mira y me da una pequeña sonrisa.

- buenos días a ti también -bufo en su dirección y cierro la puerta.

-No entiendo para que te doy las llaves de mi casa, si al fin de cuentas siempre me toca levantarme a abrirte- hablo en medio de un bostezo.

Odio los lunes, odio tener amigos tan raros que se levanten temprano, que tengan la vida tan específica. Y vengan a joder mi espacio de depresión mañanera.

Sebastián parece darse cuenta de mi molestia y sonríe en mi dirección dejando su celular en mi sofá.

-Deberías hacer ejercicio conmigo en la mañana, es la mejor forma de empezar el día.

-No, gracias- respondo antes de que empiece a enumerar la cantidad de beneficios de hacer ejercicio mañanero.

Es hasta ahora que detallo sus tenis y ropa deportiva. - ¿vienes de correr? - estoy asombrada, para esta hora, Sebs siempre está con su típica ropa casual, y molestandome porque sigo en pijama.

-No exactamente- dice pero lo veo vacilar, algo paso, es seguro, la cuestión es que "ese algo" precisamente afecto su estricta rutina, decido ignorarlo, si no me la comentado es porque no tiene intención de hablar sobre el tema.

-Ya que estas aquí, y dañaste mis minutos extra de sueño, quiero café para cuando salga del baño- digo para levantarme de mi silla y caminar hacia mi habitación.

-¡Como ordené jefe! - escucho que grita, sonrió y tomo mi celular antes de verificar la hora de la clase, efectivamente de 10 a 1. Suspiro, lo mejor es no faltar, me urge salir lo antes posible y así dedicarme a una sola cosa en mi vida.

Después de vacilar entre qué ponerme para la universidad y combinar el pantalón con mi polo de trabajo, verifico que el cargador y audífonos estén en mi bolso, y tomo mi celular, reproduzco mi típica playlist matutina y entro a la ducha. Creo que tardó más de lo normal, porque escucho a Sebs tocar mi puerta.

-¡Apúrate, necesito contarte algo!

-Dame 10 minutos, me estoy secando digo al cerrar la llave y tomar la toalla pongo pausa en mi celular. - puedes ir contando, te escucho- digo al colocar crema en mi cuerpo.

-Prefiero decírtelo en la cara- se hace un minuto de silencio, Sebs es dramático por naturaleza por lo que no me asusta su silencio. Pero si logro acelerar mi estadía en el baño al escuchar un pequeño llanto del otro lado de la puerta del baño. Pongo mi lencería, mi pantalón negro y salgo con mi pequeña bolsa y celular del baño. Para efectivamente encontrarme a un Sebastián deprimido en mi cama.

La Anatomía De Los Amigos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora