Capítulo 9

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Historia Original de miss_jazz7








Mientras Mew encendía su iMac último modelo, Gulf pedía tres pizzas familiares. Cualquiera pensaría que era exagerado, pero se pasaban las horas follando, sí, tenían hambre.

-Pon para pagar aquí, mi
madre nos ha dejado dinero.

-Me da cosa que lo pague
todo tu familia, no soy un
aprovechado...

Claro que no lo eres -dijo Mew con una sonrisa -pero mis padres se han ido y nos han dejado ese dinero para comida. Además, es lo único insano que comeré de aquí a que me vaya, déjame aprovechar.

Sonrió pero sintió cierto vacio en su interior, no le gustaba pensar que Mew tendría que irse y él se quedaría enclaustrado en Thonghoom.

Mew era un sueño, era guapo, listo, atlético y cualquier chico estaría deseoso de llevarle a la cama.

Y en la cama... Mew era lo que cualquier hombre como
él deseaba. Iba a tener muchos pretendientes en Canadá, si no se iba con el, Mew le olvidaría.

-¿Pensativo?

Alzó la vista y vió a Mew en su total desnudez. Si se tenían que separar, iba a hacer todo lo posible para que el chico no le olvidara. Le
cogió de la muñeca, le tiró en
la cama, se puso sobre él y le
penetró.

-¡AH!

Esta vez, el sexo fue diferente
e incluso Mew lo notó.

Gulf no le estaba sujetando, sino que le estaba abrazando mientras le besaba con pasiórn, pero no era un beso salvaje, las estocadas eras bruscas, certeras y placenteras. Todo en el interior de Mew se estaba removiendo, se estaba mareando, quería gritar el nombre de Gulf, quería gritarle que le diera aquello que nunca había experimentado y, al mismo
tiempo, quería empujarle y
decirle que parara porque
aquello que sentía en su pecho le estaba asustando.

Pero no tuvo valor para
decirle que parara, le abrazó y continuó aquel beso, dejando que su lado curioso corriera por aquel camino desconocido, explorando aquel sentimiento extraño que se había instalado en su pecho. Sentía como sus brazos y piernas temblaban y como un hormigueo se instalaba en su pecho y en su vientre, un hormigueo que poco tenía que ver con el
orgasmo que estaba a punto
de sobrevenirle.

Separaron sus labios y Mew pensó que le sujetaría, que le diría palabras sucias al oído, pero no, le abrazó aún más fuerte y le miró a los ojos con tal intensidad que no lo soportó.

Jamás en su vida le habían
mirado así. Como si fuera
importante sólo por ser Mew Suppasit y no por ser el capitán de hockey, o por tener un contrato con la NHL, o por ser gran estudiante. Gulf le estaba mirando... a él.

Y, en aquel momento, sin necesidad de ser tocado, eyaculó. Y, con diferencia, fue
el mejor orgasmo de su vida.

El más intenso y el más vivo.

Durante unos minutos, sólo reinó el silencio y sus respiraciones agitadas, se estaban mirando a los ojos y Mew sólo hizo lo único que su cuerpo le pedía hacer: besarle. Pero no fue un beso salvaje, sino dulce.

Y así estuvieron quién sabe
cuánto tiempo, besándose
tiernamente, acariciándose
y mirándose a los ojos en
completo silencio hasta que el repartidor de pizza llegó.

-Voy yo -dijo el chico,
poniéndose unos pantalones
de chándal.

-Yo voy a llamar a mi madre -dijo.

Mientras Gulf atendía al repartidor y pagaba, Mew subió al cuarto de sus padres para llamar a su madre.

-Hola, mamá...

MI PERDICION ADAPTACION [GULFMEW] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora