Era una noche fresca con un poco de neblina, el cielo estaba despejado y se podía ver claramente la luna y las estrellas.
Una rama se escuchó romperse y los murciélagos que descansaban ahí salieron volando bajo la luz blanca de la luna, los pasos comenzaron a sonar aún más cerca y una figura uniforme se presentó de entre la neblina.
Poco a poco se fue aclarando y se mostraba ahora un cementerio, aquella figura portaba con una pala en una mano y con una pequeña caja en la otra, suspiro.
- espero hacer lo correcto... pero... y si no? -le hablo a la nada mientras miraba a la entrada en donde se encontraban las lápidas-.
- has estado estos últimosdías con aquella idea en la cabeza y ahora que lo estas haciendo te vas a hechar para atrás? -.
- se trata de mi familia y con esto podría traerlos a la vida nuevamente -.
- yo sólo te acompaño para que no ocurra nada malo, lo demás es tu problema -.
- lo se, lo se -.
Entro al lugar y recorrió un largo camino hasta encontrar con las lápidas, clavó la pala en el suelo a un lado de ella.
Nuevamente suspiro y de su bolsillo sacó un pedaso de papel, comenzó a leerlo por quinta vez y volvió a guardarlo para ahora dejar la cajita en el suelo delante de sus pies.
- recuerda que sólo puedes traer a la vida a dos personas, después de eso hay que esperar a que recuperen su energía para traer a la tercera... -.
Ella tomó la pala con ambas manos y su mirada divago por las tres lápidas que tenía delante suya, sólo podía traer dos a la vida pero recordando quienes eran la tarea se complicaba aún más, una estuvo en su vida por poco tiempo y las otras ni si quiera las logró conocer, eso a cualquiera no le importaría pero el problema para ella era... su padre.
Esas tres personas fueron especiales para él y sería complicado teniendo el tiempo que había pasado.
- sabes que de igual forma Hazuki y Alan se molestará por llevarte las piedras elementales sin su permiso -.
Suspiro y comenzó a desenterrar las tumbas, una por una hasta dejar sólo las dos cajas y quitarle las tapas, dejo la pala aún lado y abrió la caja.
- ellos no tenían que irse aún... -.
Lazari comenzó a resitar un hechizo en una lengua muerta, para uno eran susurros pero para ella tenían sentido.
Otra vez la espesa niebla se hizo presente para minutos después ver que las tumbas estaban vacías, ni la pala ni las piedras estaban.
Y doy por terminado este libro, me gustóprobar algo distinto a lo que estoy acostumbrada y muchas gracias por acompañarme, pronto subiré otro libro que será todo muy Random por que no soy de hacerle una historia por completo, en mi cabeza tengo ya hecha 3 historias, dos películas, una serie de 2 temporadas y siempre suelo mezclarlo uno con el otro, casi como un crossover o eso es lo que yo veo.
Nuevamente muchas gracias por leer y nos veremos muy pronto.
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