-Te ves bien, papi -fue lo primero que dijo Jisung cuando entré al taller al día siguiente-. ¿Qué sucede con esos saltitos en tu andar?
Era domingo, el día del Señor como me habían enseñado, pero pensé que el Señor estaría de acuerdo si venía a esta casa de la alabanza en vez de a la suya. Había aprendido sobre la fe en el taller de Hongjoong.
-Debe tratarse de alguna chica bonita -bromeó Hyunjin desde donde estaba, inclinado sobre un ridículo auto deportivo que se podía encender solo con el sonido de la voz-. Ahora es un verdadero hombre. ¿Tuviste una revolcada de los dieciséis anoche?
Ya estaba acostumbrado a lo grosero, no lo hacían con malas intenciones. Aunque eso no impidió que me sonrojara intensamente.
-No. No sucedió nada de eso -respondí.
-Oh -replicó mientras se deslizaba hacia mí, oscilando sus caderas de manera obscena-. Miren ese rubor -pasó su mano por mi cabello, su pulgar sobre mi oreja-. ¿Es bonita, papi?
-No hay ninguna chica.
-¿No? Entonces, ¿un chico? Aquí en la casa de Joong no discriminamos.
-¿Y Chris? -pregunté luego de empujarlo, Jisung rio sin parar.
-Fue a ver a su madre -respondió Hyunjin-. Algo del estómago otra vez.
-¿Está bien?
-Tal vez. Aún no lo sabemos -Jisung se encogió de hombros.
-¡Min! ¡Trae tu trasero aquí! -gritó Hongjoong desde la oficina.
-Oye. Ten cuidado, papi, alguien no se levantó de buen humor hoy -dijo Jisung con una pequeña sonrisa.
Y así se oía: la voz tensa y áspera. Me preocupé, no por mí, sino por él.
-Simplemente está molesto porque Min necesita la próxima semana libre para la escuela. Sabes cómo se pone cuando él no anda por aquí -murmuró Hyunjin. Me sentí fatal.
-Tal vez podría...
-Tu cierra esa boca -dijo Jisung presionando sus dedos contra mis labios. Pude degustar el aceite-. Necesitas enfocarte en la escuela y Hongjoong puede soportarlo, la educación es más importante que sus rabietas. ¿Estamos de acuerdo?
Asentí y retiró sus dedos.
-Estaremos bien. Solo pasa todos tus exámenes y tendremos todo el verano, ¿de acuerdo? -agregó Hyunjin.
-¡Min!
Jisung murmuró algo en español que sonó como si estuviera llamando a Hongjoong un maldito dictador imbécil, había descubierto que era adepto a los insultos en otros idiomas.
Caminé hacia el final del taller, en donde Hongjoong estaba sentando en su oficina. Su frente estaba arrugada mientras tipeaba con un solo dedo. Hyunjin lo llamaba su busco-luego-picoteo, Honjoong no pensaba que fuera divertido.
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W.S [yungi]
WerewolfMin era un niño cuando su padre le enseñó que nunca sería nadie. Y lo creyó por mucho tiempo. Hasta que se encontró a Yunho al final de un camino. Un chico extraño y explosivo, dispuesto a brindarle todo: desde su amistad y su familia, hasta su mayo...