✦𝐵𝑒𝑠𝑜 𝐷𝑒 𝑃𝑟𝑖𝑚𝑎𝑣𝑒𝑟𝑎✦ᵇᵘᵈᵒ ˣ ᵗᵃʳᵒ

♥︎ ♡︎ 𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 7 ♡︎♥︎

TW⚠︎?  [ 𝐷𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑝𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑔𝑟𝑎𝑓𝑖𝑐𝑎𝑠 ]
𝑆𝑖 𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒𝑠 𝑜 𝑝𝑟𝑒𝑓𝑖𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑛𝑜 𝑙𝑒𝑒𝑟 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑚𝑎𝑠 𝑜 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑖𝑡𝑜, 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑙𝑒𝑒𝑟 𝑙𝑜 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒.

Lentas pisadas se escuchaban por el corredor, la imagen sombría de un pequeño sol que se apagaba con la propagación del tiempo rondaba entre los pasillos; y quien sabría que buscaba aquella chica, sus características coletas habían desaparecido, su alegría al pasar ya no era más que una sombra de lo que había sido en el pasado y nunca más volvería, sería loco pensar de que sería la misma persona tras la muerte de su mejor amiga, como el echó de pensar que hablarle sería buena idea, lo cual Taro obviamente debía hacer. Raibaru había sido amiga de este chico por influencia de Osana,lo cual no quiere decir que se llevarán bien, pues tras los rumores, la idea de que Taro había sido en parte culpable de la muerte de su mejor amiga había nacido en ella.

Habían pasado ya dos días, desde que Taro comenzó a seguir a la pelirroja desde las sombras, aprendiendo sus horarios, pues cada vez que este se le acercaba está simplemente la ignoraba con la excusa de tener deberes o cosas que hacer, llegó la tarde, raibaru había cogido su bolsa para retirarse del salón, el de ojos negros intento llamar su atención en repetidas ocasiones, pero ninguna de estas acciones despistó a la chica, se dirigió directamente a ella esta vez toco, suavemente el hombro de Raibaru y sin este pudiera hacer más, había colmado ya la paciencia de la ex presidenta del club de jodo, en un desprevenido acto la estudiante más hábil ya lo tenía inmovilizado del brazo.

- Te daré un consejo Yamada si no quieres conseguir una hora al médico, no me vuelvas a seguir al baño de damas - la mirada penetrante de la mujer se quedó clavada en el por unos segundo para luego soltarlo con brusquedad.

Y así la abrumente oscuridad colmo el día, los estudiantes volvían a sus hogares, después de una basta hora escolar, y con ya la salas vacías, el eco de la sinfónica drástica de una bella jovencita, una dama de cabellos laceos y negros como aquellos pensamientos perversos que iluminaban su cabeza y no conectaba con su corazón. El cantó de la bella mujer rebotaba en las murallas de la oscura habitación,  movimientos de sus ágil brazo entrando al cocer lo que parecía ser la cabeza de una criatura que hace poco había estado dichosa de vida la cual se le fue drásticamente arrebatada en un suspiro, hubieses anelado estar ahí y presenciar ese hermoso arte incomprendido, y escuchar atentamente como la punzante aguja atravezaba la carne latente de la criatura, no mas provocaba en ella la felicidad en su máximo explendor.

Una caja celeste claro, adornada de un listón y acomodada junto a esta una breve nota había sido dejada en el casillero de Yamada esa noche. El colegio abría exactamente a las 7:00 hr, dando así la bienvenida a una nueva jornada a sus queridos estudiantes, como siendo la rutina de cada día una fila de estudiantes entraba por la puerta principal, dirigiendose cada uno a su respectivo casillero; para en ese entonces ya habían llegado ya los primeros estudiantes. Sus manos taparon su boca, en su rostro una cálida sonrisa con la que tomó el objeto frente de sus ojos, abrió la caja negra desatando el bonito listón que tenía sobrepuesto, le colmaba ya la curiosidad de saber que había dentro y ya con esta abierta se esfumó todo lindo sentimiento, su sonrisa ahora no era más que miedo, dio unos pasos para tras negándose a lo que había visto, tratando de buscar algún culpable con la mirada y finalmente dar con la respuesta innegable de lo que debía hacer.

- 𝐴𝐴𝐴𝐴𝐴𝐴𝐴𝐻

El lugar se impregnó de chillidos y gritos pues no excepto esta estudiante había recibido el mismo regalo, tanto estudiantes como profesoras habían encontrado animales muertos cosidos, desfigurados y pegados a muñecas dentro de sus casilleros, otros estudiantes al ver lo ocurrido se negaron rotundamente a abrir los suyos, algunos incluso sólo por morbo quicieron inspeccionar si aquello era cierto topandose con la horrible sorpresa de que efectivamente era verdad . Y entre esa tumulta de gente gritando desesperada, los suelos se iban adornando de animales que cayeron ya muertos siendo pisoteados por la misma gente que los había dejado caer, aquello, no era más que sangre aún fresca de animal y un hedor que impregnaba la sala. Sin embargo yacía un joven caminando a paso tardío, como si sus ojos no hubieran observado jamás aquello tan obsceno y su estómago no hubiera querido soltar hasta su entrañas, ya en su taquilla no había más que hacer que abrirla y esperar la muy horrosa sorpresa, dentro de la casilla había algo más que la caja, una nota al lado de ella fue todo lo que llamó su atención.

La nota tenía una singular caligrafía bastante linda y suave, la hoja había manchado previamente con salpicaduras de sangre y se notaba el olor a perfume pues era lo único agradable que había en el salón.

"Querido Taro, espero que hayas tenido un buen día, ¿te gusto mi regalo? Este es especial, porque lo hice con todo el amor, para ti, espero que lo disfrutes tanto como yo disfrute pensando en ti mientras que lo hice, cada cortada, cada golpe fue solo echo con mi más puros sentimientos, también quería disculparme por el pequeño accidente con tu teléfono, así que te compré uno nuevo, para que veas que tome cartas en el asunto. Te amo con locura.

El amor de tu vida ♥︎."

El joven arrugó la carta instantáneamente después de leerla, ya después de conmocionarse por los horrores que pasaron por su cabeza se digno a tomar la caja, desató aquel delicado listón, y ni siquiera eso se le pasó por la mente, al ver lo que realmente había adentro.

                    

                                                                                                     
                                   ♥︎
                              𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑚𝑒

Un almuerzo decorado con corazones y caritas felices, era todo menos adorable para el adolescente, siendo que la turbia idea que aquello era carne humana retumbaba en su cabeza; al lado de este, un celular bastante moderno llamó su atención, incluso sonaría desquiciado pensar que un asesino que no ha podido ser hallado hasta ahora le haría algo al aparato, por temor hacer rastreado, sin embargo las posibilidades eran escasas no nulas, suspiro con una mueca de asco para luego guardarlo todo dentro de su bolsa.