Prólogo

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   El bullicio de la fiesta llenaba el aire con risas, música y conversaciones que se entrelazaban en una melodía caótica pero alegre. Kim Taehyung, con su mirada curiosa y encantadora, se movía entre la multitud, buscando un rincón tranquilo donde pudiera observar sin ser observado. Las luces de neón teñían su piel de colores vibrantes, mientras su mente vagaba en un torbellino de pensamientos.
       
    De repente, un destello de familiaridad lo sacudió. Unos ojos grandes y brillosos, llenos de vida, se cruzaron con los suyos. Era como si un hilo invisible se hubiera tensado entre ambos, conectándolos en un instante. Taehyung se detuvo, sintiendo un extraño déjà vu, como si esa mirada perteneciera a alguien que conocía desde siempre, aunque su memoria no pudiera recordarlo.
       
    Jeon Jungkook, el dueño de esos ojos hipnóticos, avanzó hacia él con una sonrisa que parecía iluminar todo a su alrededor. Había algo en su presencia que resultaba innegablemente acogedor y misterioso a la vez. Sin saber por qué, Taehyung sintió un calor reconfortante expandirse en su pecho.
       
    "Hola," dijo Jungkook, su voz suave y cálida como una brisa de verano. La simple palabra resonó en el aire, llevando consigo una promesa de algo profundo y significativo.
       
    Taehyung devolvió la sonrisa, sintiendo que, de algún modo, ese encuentro había sido predestinado. Tal vez en alguna vida pasada sus caminos ya se habían cruzado, y ahora el destino les daba otra oportunidad. Sin necesidad de más palabras, ambos supieron que ese momento marcaría el comienzo de algo extraordinario.

Echoes of a Timeless Bond • TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora