Andless Seduction [Jenlisa G!P]

•Capitulo 24•

Punto de vista de Jennie

Parpadeé en confusión mientras me sentaba en la cama.  El aire frío rozó mi cuerpo desnudo, haciéndome temblar.  Levanté la manta para cubrirme y la envolví alrededor de mi cuerpo.  Tenía sed, así que lo saqué de la cama y me dirigí a la cocina.

Me sorprendió ver a Lisa sentada en la mesa, tomando café y leyendo el periódico.  Pensé que ya se había ido a trabajar y me había dejado aquí sola.  Me sentí avergonzada cuando los recuerdos de la noche anterior me inundaron.  Dejó el periódico que estaba leyendo y desvió la mirada hacia mí.  Sus cejas se alzaron.  "Si solo vas a mirarme, al menos acompáñame a desayunar."

"Yo ... solo voy a tomar un vaso de agua."

"Nini, por favor, siéntate."  Ella suspiró.  "Necesitamos hablar."

Caminé lentamente hasta la mesa, coloqué una silla frente a ella y me senté allí.  Hubo unos momentos de incómodo silencio entre nosotras.

"¿Qué diablos pensaste que estabas haciendo anoche? ¡Eres una pequeña chivata tan irresponsable!"  Dijo en un tono irritado.

"¡No soy un irresponsable! Solo me estaba divirtiendo con mis amigos. No hice nada malo".  Fruncí el ceño.

Ella soltó una risita sarcástica.  "¿No es irresponsable? ¿Cómo lo llamarías, entonces? ¡Estabas borracha! No conoces la actitud de esa gente allí. ¿Y si te hicieran algo? Anoche ese chico lindo de recursos humanos se aferra a ti como una serpiente".  Respiró por la nariz.

"Él es mi amigo. Sólo estaba tratando de ponerme sobria".  Dije.

"No me importa aunque sea tu amigo, ¡sigue siendo un chico! ¿Y si te trajo a ...?"

"¡No todas las personas son como tú!"  Dije perdiendo los estribos.

"¿Como yo? ¿Qué quieres decir con eso Jennie? Nunca te hice algo. No pasó nada entre nosotras que no te gustó".

"¿Por qué? No pensaste que tal vez me gustó lo que será lo posible que nos haya pasado anoche?"  Me burlé.

Apretó la mandíbula y me miró con los ojos entrecerrados cautelosamente.  La miré con igual intensidad.  Fue como un concurso de miradas que perdí.  Suspiré mientras trataba de contener mis lágrimas.  "¿Por qué eres la única que tiene derecho a hacer lo que te gusta? Puedes irte a casa cada vez que quieras sin que yo te pregunte de dónde vienes. Puedes pasar la noche con cualquier mujer mientras yo estoy atrapado aquí esperándote  como una perra para su dueña ".  Tragué lo que se sintió como un nudo en la garganta.  "Te amo, pero por favor, no sigas haciéndome esto. Yo también puedo resultar herida".

Su rostro de repente se suavizó y rápidamente cambió a una mirada confusa.  "¿De qué estás hablando? ¿Crees que tengo a alguien conmigo anoche? Estuve en la fiesta de subasta de negocios".

"Me volví estúpida por tu culpa y me hiciste más estúpida. Estabas con Niki, tu novia."

"¿Niki?"  Sus cejas se levantan en un arco irónico.  "Sí, estuve con ella en la fiesta pero también estuve con mi papá y su papá. Ella no es mi novia. ¿Cómo sabías que estaba con ella?"

"Te llamé porque estoy preocupada por ti".  Respondí.

"Lo juro por Dios, Niki no es mi novia y no pasó nada entre nosotras".  Ella dijo.

Me quedé mirándola, sin saber si debería creerle o no.  Ella sintió mi vacilación sobre su disculpa.  "Mira, Nini, no tengo ninguna razón para mentirte. Si quieres, la llamaré ahora".  Se levantó de su asiento, fue a nuestra habitación y regresó con su teléfono.  Marcó un número y puso el teléfono en altavoz para que pudiera escucharlo.