~Ángeles Guardianes~

TWO

Capítulo 2

26 de diciembre del 2038

El dolor que experimentaron era horrible, sentían agujas enterrarse en sus cuerpos, choques eléctricos recorrerles el esqueleto y además, no podían ver nada a excepción de una cegadora luz blanca. Solo escuchaban los gritos de dolor y agonía de sus compañeros de misión. Tuvieron que soportar todo eso y más durante casi cinco minutos que parecieron eternos. Fue un dolor que muy pocos ángeles llegaban a soportar y ahora era su turno. Entonces cuando creyeron que nada más pasaría, se desmayaron y perdieron la conciencia...

Poco a poco fueron abriendo los ojos, se sentían extraños y no sabían que había pasado. Lo último que recordaban todos era haber estado en ese extraño lugar siendo cegados por la extraña luz blanca.

-¿Chicos?-Llamó Louis, el mayor, tratando de pararse pero le fue inútil y volvió a caer en césped y calló en la cuenta que sintió frío.

-Por aquí.-Dijo Kenny. El siguió su voz y vio que estaba escondida detrás de unos arbustos junto a Catalina y trataban se taparse el cuerpo, pero ¿Por qué? Entonces se vio. Se sorprendió demasiado al encontrarse totalmente desnudo. Rápidamente se escondió detrás de un árbol continuo, avergonzado intento seguir hablando.

-Bueno chicas ¿Han visto donde quedó Niall?

-No lo sabemos, cuando despertamos el ya no estaba por ningún lado.

-¿Quién no estaba por ningún lado?

-¡Niall!-Gritó Catalina emocionada por volverlo a ver, pero...él estaba vestido ¿Cómo?-...Tienes ¿Ropa?

-Ah sí, Bueno ¿Les gustaría que les explique como la conseguí?

-Claro.-Contestaron juntos con frío.

-Bueno. Fui el primero en despertar de los cuatro, por lo que pude ver como una luz calló del cielo e hizo aparecer la ropa en unas bolsas. Supongo que un regalito de Dios.

-¿Entonces había más ropa? ¿No solo la que llevas puesta?-Pregunto Kenny entusiasmada.

-Sí,-Caminó hacia el árbol donde estaba Louis y se apoyó en este.- ¿No deberían ir por ella? Se están poniendo azules.

-Eeh Niall, notas que estamos desnudos ¿Verdad? Sería muy bueno de tu parte que tú fueras por ellas, en vez de ir nosotros que no tenemos como protegernos de la nieve ¿No crees?

-Oh, muy cierto Catalina. Se las traeré de inmediato, no tardo- El castaño de ojos azules desapareció de la vista de sus compañeros por unos segundos, luego apareció con tres bolsas en las manos. Primero fue a entregarle ropa a Louis, lo hizo desviando la mirada. No quería ver a otro hombre desnudo estando en la Tierra ya que desde ahora en adelante tendrían sentimientos. Luego fue a donde las chicas, eso fue algo incómodo, porque no podía quitar la vista de encima de ellas. Sus mejillas ardían. Al parecer los efectos de ser humano estaban comenzando. La atracción hacia el sexo contrario o el mismo fue uno de los primeros.

El joven se alejó del grupo para no verlos cambiarse, pero de vez en cuando daba unos pequeños vistazos a sus compañeros, incluyendo a Louis. Lo que lo hacía ruborizarse rápidamente.

-¿Terminaron ya?-Pregunto después de un rato.

-Danos unos minutos más, esta ropa es algo extraña- Exclamó la morocha. Para distraerse miró el cielo.Era de noche y al parecer se encontraban en un parque, no sabían que parte del mundo habían caído. La noche estaba fría y soplaba una brisa fresca. Sospechó que era invierno. Ojalá Dios les hubiera dado más información acerca de sus misiones, ni siquiera sabían dónde vivían. Pero no. Lo único que sabían eran sus nombres y sus problemas, nada máse incluso tal vez estaban en el lugar equivocado y tendrían de alguna forma llegar a ellos.