3. Bebé que tal si paramos el tiempo y mejor tenemos sexo

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No, no estaba bien.

Luego de aquel encuentro, hubieron muchos más.

Incluso algunos de ellos ni siquiera eran para tener sexo salvaje o algo, simplemente salían a comer o cosas así. También era bastante consentido por el mayor, quién solía regalarle ropa y accesorios de marcas como Gucci, Prada o Balenciaga.

Del primer encuentro que tuvieron había pasado casi un año y Taehyun no podía sentirse peor por ello.

Porque a pesar de aquellas salidas y regalos, la mayoría de los encuentros eran sexuales y él sabía que debería haber cortado todo en un principio antes de sufrir las consecuencias.

Pero no lo hizo, y ahora está en su cama atragantándose con helado. Se había enamorado del estúpido mafioso con el que se acostaba y estaba a punto de apuñalarse con el control remoto de la televisión.

— ¿Por qué? —sollozó.

Todo era un viejo recuerdo de sucesos anteriores, que se remontaban a su tercer año de secundaria. Cuando se había enamorado de un chico con el que sólo tenía sexo y luego éste lo rechazó vilmente, recordándole que lo suyo nunca iba a pasar más lejos de un buen polvo porque eso era todo lo que valía, un simple polvo.

Ahora estaba completamente aterrado porque realmente no quería perder a Beomgyu. Tenía miedo de confesarse y volver a ser rechazado porque los sentimientos no eran recíprocos. Por otro lado, Beomgyu tampoco había dado señales de querer algo más allá del sexo y pensar en ello le hacía aún peor.

Un año bastó para que Choi Beomgyu jodiera su mente por completo.

— Doy vergüenza, maldición. —metió otra cucharada a su boca.

Su móvil sonó dándole a entender que había llegado un mensaje y lo tomó con pereza para ver de quién era. Leyó el nombre de su amiga en la pantalla y le restó importancia, ahora no tenía ganas de contestar por lo que lo dejó a un lado.

Siguió escuchando su música triste y comiendo hasta que su celular vibró nuevamente, varias veces, indicando que eran muchos mensajes.

Rodando los ojos desbloqueó el móvil para ver quién demonios interrumpía su maratón de helado.

Se sorprendió y sus ojitos brillaron al ver que se trataba del mayor.

"Tengo ganas de verte."

"¿Tienes tiempo hoy?"

"Podríamos cenar aquí en mi casa."

"O ver películas."

"O simplemente recostarnos."

Inevitablemente sonrió, era linda la idea de levantarse junto a Beomgyu. Aunque ya lo había hecho, pero no se sentía tan especial puesto que cuando se levantaba a su lado, estaba desnudo con la evidencia de lo que había pasado escurriendo por sus muslos. Sin embargo antes de poder contestar su celular vibró nuevamente por una llamada entrante de Beomgyu y él atendió, no tenía nada que perder. Luego terminaría la "relación" que tenían y sería libre para hacer lo que quisiera.

— Hola. —respondió.

— Hey, dulzura. ¿Tienes ganas de venir hoy?

— Sí. —sonó cortante, aunque no era lo que quería.

— Si no quieres no hay problema, cielo. No te estoy obligando.

— Si quiero, sólo estaba concentrado en el televisor. —mintió, había dejado de darle atención hace ya rato.

La ocasión ✪ Beomhyun║TaegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora