La ocasión ✪ Beomhyun║Taegyu

2. Quiero que se repitan tus movimientos

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Una semana había pasado desde el primer encuentro que habían tenido Taehyun y Beomgyu.

Aunque el peligris creyó que era algo de una sola noche se sorprendió cuando recibió un mensaje del mafiosito. ¿Cómo mierda había conseguido su número? A lo mejor lo había estado investigando o alguna de esas cosas raras y turbias que hace la gente con mucho poder.

Sin embargo, no esperó terminar sucumbiendo ante los mensajes e incluso llamadas. Ahora se enviaban fotos y textos subidos de tono, incluso sex call's. Maldito el momento en el que le siguió la corriente.

— Wow, y pensaba que la que siempre andaba metida en cosas raras era yo. —se burló Dahyun.

— Cállate, idiota. —bufó— No pensé que fuera más que un revolcón de una noche.

— Pero ahora quiere que se vean de nuevo, ¿Qué harás entonces? —la chica lo miró.

— ¿Decirle que no? —hizo una mueca— Realmente no lo sé.

— Quieres aceptar, pero aún temes un poco de él. ¿Me equivoco?

— No...

— Es una persona con sus negocios turbios, pero no va a hacerte daño.

— ¿Y tú como lo sabes?

— Mi papi me habría matado hace tiempo si así fuera. —le sonrió.

— Pero el no es mi papi. —dijo obvio.

— Aún así, está interesado en ti y lo sabes. ¿Por qué no repetirlo una vez más, Hyunnie? —ambos se recostaron en la cama— No seas amargo.

— Tienes razón. —suspiró y texteó a Beomgyu, podrían ser dos folladas y ahora sí no volver a verlo.

No significaba nada.

...

Se sentía muy avergonzado. ¿Cómo había llegado a esto?

Hace unos minutos atrás estaban terminando de cenar y ahora mismo estaba desnudo y de rodillas frente a Beomgyu. No terminaba de entender como es que ese hombre lo podía dominar tan rápido, siendo que él jamás accedía fácil a hacer algo.

— Toda tuya, gatito.—le sonrió burlonamente.

Qué buen postre.

Taehyun relamió sus belfos antes de dirigir sus manitos al cierre del pantalón ajeno. Se le hizo agua la boca cuando luego de bajarle un poco la ropa interior, la erecta polla de Beomgyu chocó contra su cara.

Tomó el falo entre sus manos para lamer la punta tentativamente, haciendo contacto visual con Beomgyu. Soltó un gemido cuando el peligris se metió la punta en la boca y comenzó a hacer círculos sobre ella con su lengua.

Había estado con otras personas antes pero jamás había sentido la necesidad de querer complacerlos con todo lo que tenía. Sin embargo, con beomgyu era distinto; llegó a esa conclusión mientras se metía toda la extensión dentro de su boca. Hizo arcadas al sentir como el glande tocaba fondo y sus ojos se cristalizaron levemente.

— Tienes una boca estupenda, gatito. —jadeó, acariciando su pelo.

Sin detener el trabajo con su boca comenzó a masajear los testículos del pelinegro haciéndolo soltar gruñidos mientras jalaba su cabello un poco más fuerte.

Movía su cabeza rápidamente sobre el gran miembro de Beomgyu ansiando lograr que se corriera con fuerza en su boca, pero se vió interrumpido por una de sus manos.