¡Perdóneme por favor Senpai!® [Tamaki Amajiki × Tú]

6~Mis pequeños...y Senpai (pt. 1)

T/N

Comenze a ordenar mis cosas en el menor tiempo posible para cuando llegarán las visitas. Acomode el sillón enfrente de la tele para que así pudiéramos ver todos. Fui a mi cocina y saque unas palomitas que coloque en el horno de microondas. Lo encendí y Vi la hora, 8 de la noche. Que temprano para dormir.

Me diriji a mi cuarto, me cambié, me coloque la única pijama decente que tenía(y la única limpia) me lave la cara y escuché como tocaron la puerta, jale una toalla pequeña y fui a abrir, pensé que era Kirishima porque fue el primero en irse, pero para mí sorpresa era Tamaki.

–Senpai! Vaya si que le metió velocidad.

El se rió por mi comentario, y sentí como si mi corazón se regocijara, se sentía cómodo conmigo, y eso me hacía tan feliz.

–H-hola T/N, p-puedo pasar?

–Claro! Siéntase como en casa.–me aparte de la puerta, traía puesta una playera blanca y en la mano traía sus Takoyaki. Fui a la cocina y serví las palomitas y traje un poco de jugo que sepa Judas cuando lo compre, pero revise la caducidad y le faltaba aún.

El estaba en la sala, le ofrecí eso y nos sentamos a esperar.

–Me gusta su playera Senpai!

–Ah, muchas g-gracias, tu hiciste las palomitas?– indagó

–Sip, tengo unas cuantas por si vienen mis amigos.

El me sonrió viéndome directo a los ojos y mi rostro se calentó, desvíe mi cara pero aún sonreía.

–Quiere ver algo en lo que llegan los demás?–tome el control de la tele para que no viera que estaba roja.

–B-bueno.–le di el control y lo encendió.

Y aquí es donde mi teléfono empezó a sonar. Lo saqué y me di cuenta que me estaban llamando mis hermanos, pero no era eso un problema. El problema es que era vídeo llamada, y a ese par de niños es imposible engañarlos.

–P-pasa algo?–pregunto Tamaki mientras me veía preocupado.

–Eh, no jaja, es que mis hermanos quieren hablar conmigo.

–N-no te preocupes, s-si quieres hablar con ellos no hay problema por mí.

Estuve insegura de contestar, pero al final lo hise porque sería muy sospechoso. Me arregle el pelo, sostuve mi teléfono y contesté.

En la pantalla de mi móvil se veían dos de mis adormilados hermanos, 6 años de edad. Tenían sus sudaderas y estaban comiendo cereal. Mi hermana Yume tenía broches en su pelo, y Daichi no se había peinado.

Las vocecitas de ellos inundaron mis oídos.

–Hola hermana!–dijeron al unisono.

–Hola niños, que hacen llamando a su pobre hermana a esta hora?!–dije bromeando y sonriendo.

Yume tomo el teléfono y lo volteo para el televisor de mi casa. Casi me atragantó cuando en la tele aparecí yo peleando con los villanos de hace un rato.

Daichi habló:

–Yume estaba viendo tele, y grito que Hermana estaba alli.

–Si si! Hermana T/N le pateo así –manoteo en el aire intentando imitarme, era adorable– y pum los tiro al suelo.

Me rei por su resumen de la pelea.

–Pero no te sucedió nada verdad?– Daichi se acercó a la pantalla, y Yume lo escucho atentamente

–No, no, gracias a mis compañeros estoy bien.

Yume y Daichi compartieron miradas. Yume fue quien preguntó emocionada.