¡Perdóneme por favor Senpai!® [Tamaki Amajiki × Tú]

19~ No me abandones

Tamaki

Ok, ya lo dije. Ella se sorprendió pero de inmediato respondió.
–Si, jaja.

Que alivio... Pero fue Interumpido por el sonido del profe que hacía guardia, por instinto la abraze para cargarla y nos escondimos detrás de un arbusto.

–¿Que estamos haciendo?–pregunto ella en voz baja, en mi oído, su calido aliento me hizo cosquillas. Me abrazaba sosteniendose bien.–P-pues no lo sé...–dije tímido.

Ella se aguanto una risa.–Bueno si tú no lo haces, me voy a echar un padre nuestro–quise reírme, pero de inmediato comenze a movilizarme a mi habitación–Sostente–pedi cuando me impulse al aire.

Al llegar enfrente del edificio observé a dos haciendo guardia.–Ay no–dije.–¿Que hacemos?

Entonces ella formó una piedrita pequeña de arena, y la lanzo, distrayendolos y dándome tiempo para poder escalar hasta mi ventana. Gracias a Dios la dejé abierta, debo dejarla cerrada, pronto empezarán las lluvias.

La baje con cuidado y jadee por el susto.

–¡Eso fue emocionante!–dijo ella empezando a reírse.

Me senté al borde de mi cama y sonreí cerrando los ojos, también empezando a reírme.

–Ok, lo f-fue, jeje–me levanté y fui a mi armario. Saque una playera, y un pans probablemente le queden grandes, pero ella solo traía ropa que le prestaron en el hospital.

–Puedes p-ponerte esto–se la tendí, girando mi cara a otro lado–Ire a hacer algo de cenar.

–Claro...Gracias Senpai–y sin previo aviso, me abrazó. Acaricié su cabello, es muy suave.

–No es nada–la mire a los ojos.

Salí de la habitación y me fui a la cocina. Me preguntó si le gustará la fruta...

T/N.

No pude evitar aspirar el aroma de su playera. Huele como a panecito. Solté un gritito de emoción al hacerlo. Toque mi cabello, dónde me acaricio, pero recordé que en el hospital me di un baño, seguía un poco mojado.

Me puse la playera, me quedaba como un blusón. Asome mi cabeza por la habitación y pregunte.

–Senpai, tiene una toalla para secar mi cabello? Es que aún sigue mojado.

–Ah, si e-en los cajones de abajo hay una–respondio desde la cocina.

Revise y si, había una toalla, la saqué pero al momento de hacerlo, me pegue en mi cabeza, y solté un quejido lo suficiente fuerte como para que Tamaki viniera rápido a verme.

–¿Estas bien?

Yo tenía ambas manos en la cabeza, si dolió, tanto que tenía los ojos llorosos–Es que me pegué.

Tamaki

Oh por dios, se ve tan adorable, mis mejillas se llenan de calor. Me acerco y le aparto sus manos.–No te lastimaste verdad?–sobo un poco y ella se recompone. Le sonrió y ella entonces también se empieza a reír.

–Tipico de mi, voy a buscar una toalla y termino haciendo un desastre, jeje

–Aun así para mí eres linda...

Oh diablos, a veces no se cuando estoy pensando y se me salen las palabras. Su cara se tiñe de escarlata.

–¡Q-Quiero decir ah, eh... Tengo que ir a revisar la cena!...(osea la fruta picada, que genio eres Tamaki). Y salgo corriendo de allí.