Parte 1/3

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Era la incontable vez consecutiva que el despertador sonaba sin parar, explotándote la cabeza. Tanteaste la mesita de noche en busca del teléfono para ver la hora, lamentándote de lo rápido que habían corrido tus horas de sueño.

02:37 AM. El vuelo zarpaba a las 05 AM. Carajo.

Rápidamente saliste de entre las sabanas volviendo a tomar tu teléfono revisando rápidamente las notificaciones. Carlo ya había despertado, deseándote amablemente los buenos días. Maldición, ¿Buenos días? Era tan temprano.

Saludaste a su tío con un stiker para velozmente cambiar de chat.

30 de junio de 2021 

Hoy

"¡Buenos días corazones! Es las 02.30

Los veo en una hora."

02.38

Lanzaste el teléfono a la cama dispuesta a encerrarte a hacer tus asuntos y a arreglarte decentemente. Te cambiaste de ropa mientras revisaba las respuestas de los chicos. Ethan y Vic ya habían despertado. Genial.

Guardas lo último de tus pertenencias en la maleta; metes tu teléfono en la cangurera junto con un bálsamo labial y las tarjetas de acceso de las habitaciones. Te colocas tu collar "STAFF" y sales por la puerta topándote de frente a Alessandro.

-Te gané – dices con gracia, recibiendo una sonrisa de su parte. A excepción de hoy, siempre te sorprendía antes de salir de la habitación. Había empezado a ser un juego entre ambos y los demás guardaespaldas desde que habías llegado al trabajo.

-Disfrútalo. Es la primera vez – comentó burlón tomando tu maleta, viendo tu graciosa expresión indignada.

-¡Eso no es cierto! – le diste un pequeño golpe en el pecho mientras este se carcajeaba - ¿Cuál es el panorama?

-Carlo fue por Victoria e Ethan a desayunar. Estaban maquillándose – informó, caminando por el frecuentado pasillo del hotel. Jamás te acostumbrarías a los concurridos días trabajando para una banda de rock. Era todo tan ruidoso, incluso habiendo reservado un piso completo solo para ustedes. Saludabas a cada uno de tus compañeros a medida que escuchabas, en tanto hurgueteabas por las tarjetas de las habitaciones - ¿Quieres que vaya por ellos? – ofreció.

-No, ya tienes mucho que hacer. Nos vemos abajo.

-Buena suerte.

-Igual tú – respondiste con una tensa sonrisa.

Los arribos al aeropuerto te ponían tan nerviosa. Había mucho por hacer. Cronogramas, maletas, instrumentos, vestuario, personal por doquier. Solo debías encargarse de las necesidades de la banda, ese fue el acuerdo pactado con Carlo. No era justo quejarse por ello, pero tampoco era fácil, y menos siendo tan temprano.

Alessandro te dejó atrás, cambiando sus direcciones. A continuación, volviste a revisar tu teléfono, sin notar señales de vida.

03:02. Mierda.

Aceleraste tus movimientos llegando a la habitación de Thomas, dando un suave golpe en la puerta.

-¿Tommy? – dijiste con voz dulce – por favor, dime que estas despierto – la puerta se abrió rápidamente, asustándote, encontrándote de frente con las mujeres de servicio del hotel, moviendo sus maletas al pasillo – buenos días – saludaste cortésmente recibiendo la misma repuesta - ¿Está despierto? – susurraste por si acaso.

-Sí señorita.

-Gracias chicas. No se molesten, dejen eso allí. Enseguida vendrán por ellas – les diste la espalda adentrándote a la habitación. Jacobo y Máccimo estaban allí discutiendo – caballeros – tu presencia se hizo presente siendo el foco de las miradas.

INCONTROLLATO | Damiano David (Måneskin) | One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora