CAPITULO 13.

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Corrí detrás de Dylan. El estaba tocando la puerta de Axel como un loco.

Mis pies se estaban quemando por lo caliente del suelo, pero no me importaba. Necesitaba saber que era lo que trataba de hacer Dylan.

-¡Dylan. .!

No pude ni formar una frase, porque tan pronto como la puerta se abrió y Axel salió, Dylan lo tomo por la camisa y lo golpeo contra la pared.

Dios, dios, dios. Axel puede lastimar a Dylan. Oh no, por favor, no.

-¿Cuál es tu problema? –Axel intentaba separarse de Dylan, pero aparentemente mi amigo estaba decidido a hacer lo que sea que vaya a hacer.

-mi problema –gruño –es que has estado golpeando a Alyson

-eres un imbécil. No sé de lo que estás hablando

La mano de Dylan se volvió puño y conecto en el rostro de Axel. Una línea de sangre corría por su mejilla.

Unos vecinos iban caminando y se detuvieron junto a mí.

-¿Qué está pasando? –pregunto uno de los hombres

-¡suéltame! –el grito de Axel hizo que se me enchinara la piel.

Dylan le dio otro golpe.

-si vuelves a tocarla, juro que voy a matarte –otro golpe –nunca jamás vuelvas a acercarte a ella, ¿me entiendes? Así que más vale que te largues. .

Los dos hombres, tomaron a Dylan de los brazos y lo apartaron de Axel.

-¿podrían llevarlo a mi casa? –señale mi puerta abierta

-¿estás segura? No creo que. .

-sí, muy segura –mantendría a Dylan en mi casa hasta que se calmara. No sé cómo, pero lo lograría.

Lo fueron arrastrando de poco a poco. La mirada animal de Dylan logro que Axel huyera adentro de su casa.

-Dylan, tranquilízate –dije, una vez que entramos a mi casa. Me puse frente a él y coloque mis manos en sus mejillas –mírame. Estoy aquí. Tranquilo. Ya le advertiste. Todo está bien.

Poco a poco su mirada furiosa fue desapareciendo y se calmo. Los hombres lo soltaron y el fue a sentarse.

-gracias –los chicos asintieron y se retiraron.

Me senté en la mesita que estaba frente a Dylan. Esperaba que no se rompiera y me lastimara el trasero.

-no puedo creer que no me lo hayas dicho –me miro –de ahora en adelante siempre me vas a decir todo. ¡TODO!

-no podía decírtelo. Ni a ti ni a nadie. Ya te dije que él me lastimaría si se lo contaba a alguien

Toco mis manos.

-yo siempre voy a protegerte, Alyson –suspiro

Las lágrimas se desbordaron de mis ojos y un sollozo se me escapo. Dylan me arrastro hasta su pecho y escondí mi rostro en su camisa.

Llore unos minutos, tratando de calmarme, pero no podía.

-dios, Dylan, tenia tanto miedo. Estaba tan aterrada de solo verlo. ¿Y si me golpeaba en un lugar donde todos vieran, como la nariz? –Y le señale mi rostro -¿o en cualquier otro lugar y él me quebraba?

Trazo círculos en mi espalda.

-¿el te hizo hacer cosas que no querías? –soltó de repente. Estuve segura de que no se dio cuenta de las pesadas palabras que dijo, hasta que se tenso.

Dormir no es suficienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora