Dormir no es suficiente

CAPITULO 17.

Subimos a su habitación porque Dylan se sentía cansado.

Tan pronto como se sentó en su cama, cayó y tuvo un ataque.

-todo está bien. Estoy aquí. No me iré a ningún lado. Te amo.

Le susurre palabras mientras acariciaba su cabello.

Deje su regalo en la mesita de al lado y cuando regrese junto a él, Dylan estaba como nuevo.

-ven aquí

-estoy aquí. Junto a ti –reí

-no. Aquí –él palmeo su regazo.

Lentamente me subí a horcadas en él y me sujete fuerte de sus hombros.

Sus manos se aferraban a mi cadera. De alguna manera me sentí segura.

Sus ojos buscaron los míos.

-hola –dijo

-hola –sonreí

Puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

-termine con Amy

-¿Cuándo? –sorpresa se reflejaba en mi rostro

-hace unos días. Mi plan era hacer que te enamoraras de mí. Llegar a tu casa y hacerte entender que nos merecemos. . Pero me ganaste.

Me reí.

-¡Sorpresa!

-es una fabulosa sorpresa. No podría pedir otro regalo de navidad.

-¡Lo sé! Este es el mejor regalo de navidad que he tenido en la vida.

Beso mi nariz y después mi boca.

Creo que puedo acostumbrarme a estarme besando con Dylan todo el tiempo. Así de maravillada estoy.

Dylan es simplemente. . Guau.

Dylan empezó con besos lentos y tiernos. Con sonrisas en medio de mis suspiros. Y después se convirtieron en besos largos y apasionados, con gemidos por parte de ambos y mis manos en su cabello, jalándolo, incitándolo a que no se detuviera.

Beso mi rostro, mi cuello. . Y empezó a descender.

-¿Alyson? –suspiro mi nombre en forma de pregunta cuando yo bese su pulso en su cuello.

-¿hmm?

-hay que detenernos, ¿no crees?

Subí mi cabeza hasta alinearla a la suya.

-¿quieres detenerte? –Suspire -¿no me deseas?

-dios, no. No quiero detenerme y por supuesto que te deseo.

-perfecto –le di un beso –quería asegurarme de que estábamos en la misma página.

-pero es que. . –trago -. . Yo no tengo protección.

-bueno, es una maldita suerte que no esté en los días en los que podría quedar embarazada. No quiero tener un bebe. . Aun.

-yo tampoco. . Aun –sonrio.

Le regrese la sonrisa.

-bueno, ahora ¿puedes besarme ya?

-no. Hable con Eddie

-¿sobre qué?

-sobre. . Uh. . Tener cuidado con tus huesos. Él dijo que hay que ser muy cuidadosos –se sonrojo –él y Wendy son. . Lentos.