¿Imprimarte de la persona de la que estuviste enamorado toda la vida? Esa suerte solo la tiene Seth Clearwater.
※ Ella, hermana de Jared Cameron.
※ Él, hermano de Leah Clearwater.
⋙Juntos, almas gemelas.⋘
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-Buenos días tía Sue-dije bajando las escaleras.
-Buenos días cariño,Seth ya me dió la gran noticia,bienvenida a la familia por segunda vez-dijo emocionada abrazándome.
-Gracias tía,ya oyó,me va a ver en su casa por algún tiempo,me va a terminar sacando de su casa a rastas-me reí un poco.-Ordenes de Sam Uley.
-Me alegro mucho de que por fin Sam haya tomado una buena decisión esta vez-dijo bromeando a lo que yo me reí.
-¿Cómo está el tío Harry?¿Ya podemos verlo?-pregunté preocupada.
-Podrán verlo mañana,y saldrá el día siguiente.-me sonrió.
-Qué bien-dije aliviada.
-¿Cómo has estado Vero?
-Mal, me esguincé mi mano, no podré participar en lo de las porristas que es en dos semanas, porque se cura en cuatro mi mano.-
-Que mal, pero vas a ver que van a haber muchísimas otras oportunidades para que participes-me consoló.
-Hola buenos días-dijo Seth entrando por la puerta sonriente.
-Hola mi niño, ¿hiciste guardia o por qué tan temprano?-preguntó Sue.
-Hice guardia, no puedo creer que Sam me obligue a hacer guardia un sábado en la mañana.-dijo molesto.
-Piensa el lado positivo, ya terminó, tienes el resto del día para pasarlo en casa-dije y me senté en el sillón.
-¿Querida tienes algo que hacer hoy?-me preguntó Sue que estaba haciendo el desayuno.
-Nada en especial tía, ¿por qué?-dije confundida levantándome yendo a ayudarle.
-Seth tampoco tiene nada que hacer, podrían ir los dos a la push, a pasar el rato-dijo muy sonriente, volteé a ver a Seth para preguntarle con la mirada y él estaba rojizo de su cara, tal vez tiene calor por su alta temperatura de licántropo.
-Si Seth quiere, por mi está bien.-me encogí de hombros y puse unos platos y vasos en la mesa.
-Claro, y-yo digo que si-dijo tímido. Sue sonrió triunfante y sirvió el desayuno.
-Seth ve a llamar a tu hermana-le mandó, y Seth rápidamente subió las escaleras.
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-Siempre me ha gustado venir a la Push, vengo con Cece seguido.
-Si, es relajante, además me encanta nadar aquí, ¿y a ti?-yo negué con la cabeza.
-No se nadar.-bajé la mirada avergonzada.
-Si quieres te puedo enseñar en alguno de estos días-dijo bajando la mirada tímido
-No se, Jared lo intentó una vez y me dió un ataque de ansiedad, le tengo algo de miedo desde entonces.-dije recordando la vez que casi me ahogo por las estúpidas olas.
-Conmigo no tendrás que temer, una impronta no tiene miedo si su lobo está cerca
-¿Entonces eres mi lobo?-pregunté con gracia.
-Sip, todo tuyo.-se rió. Pasó un rato y tímidamente se fue acercando a mi hasta rozar su mano con la mía cómo pidiendo permiso, a lo que yo tomé su mano de una vez, y así estuvimos caminando por toda la playa.
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-Hola, ya llegué-hablé en voz alta, me encontraba con Seth en mi casa, aparentemente vacía, para buscar ropa.-No hay nadie.-Subí las escaleras seguida de Seth y nos adentramos a mi cuarto, busqué una mochila más espaciosa que la otra que había llevado y ahí puse más ropa, puse alguna que otra cosa para mi cabello y maquillaje básico cómo rímel y labial, aunque era difícil hacerlo con una sola mano.
-Puedes poner algo en la televisión si quieres, para que no te aburras-dije al ver que solo tenia la mirada en mi siguiendo todos mis movimientos, seguramente aburridos.
-C-claro-dijo quitando la mirada y buscando el control de la televisión poniendo una película al azar.
Narra Seth:
Estábamos caminando en la playa tomados de la mano, su piel es tan suave, de solo pensarlo me pone más nervioso, su pelo en el mar con la brisa, con esa mirada y sonrisa que me enamoran cada vez más, y si, estoy enamorado de ella, va más allá de eso, todos mis sentimientos se intensificaron con la imprimación, si antes estaba loco por ella ahora...ya no sé cómo expresarlo con palabras.
Caminamos hasta su casa para agarrar más ropa, su casa estaba vacía, Jared estaba de guardia pero sus padres no se, tal vez estaban trabajando. Seguí a Verónica a su cuarto y me senté en la cama, ella fué a sus cajones y sacaba ropa de estos, sus movimientos me fascinaron, la forma delicada de moverse, cómo un suspiro del viento, sus manos se movían con gracia y precisión, cómo si quisiera acariciar algo con cada movimiento, me sentí hipnotizado, no podía despegar mis ojos de ella. Su cabello largo y su piel sin imperfecciones, su cuerpo que parecía tallado a mano por el artista más talentoso, sus pestañas largas y rizadas, sus labios rojos y carnosos que moría por probar, sus mejillas sonrojadas por el frío, hasta sus manos, tan delgadas y suaves...
-Puedes poner algo en la televisión si quieres, para que no te aburras-dijo mirándome de reojo.
-C-claro-dije nervioso y sonrojado por ser descubierto, quitando la mirada y buscando el control de la televisión poniendo una película al azar con movimientos torpes.
