La noche yacía en la ciudad de París y en la cual, la tranquilidad reinaba.
Fresca, tranquila y sin akumas, era lo que la convertía en perfecta.
Marinette, quien dormía profundamente en lo ancho de su cama, despreocupada de la vida, pronto despertó de golpe al sentir como tomaban su pie.
Poniéndose instantáneamente en posición de pelea, quien menos pudo esperar ver aquella noche, estaba al pie de su cama con una mirada siniestra.
-¿A-a-dri-en?
-Marineeette, tengo algo que contarte, estoy enamorado de Lila y ella y yo nos iremos de París, nunca te ame.
Con un grito de sorpresa, la azabache pateó al falso rubio sabiendo que pasaba.
Era obvio que Adrien nunca se enamoraría de Lila y nunca se iría de París con ella. La probabilidad de que eso pasara era igual a la posibilidad de que ella le dijera su identidad a Lila, simplemente no existía.
Su noche había sido muy perfecta para ser verdad.
Dejando de lado al chico de otro golpe, ella salió corriendo a su terraza encontrándose con su peor pesadilla.
-¡Ya llego el dormilón! ¡pesadillas traigo yo! -Cantaba el pequeño niño con voz tenue al mismo tiempo que recorría la ciudad en su almohada.
-Y aquí vamos de nuevo.
Esperando nadie la viera y probablemente no lo harían debido al caos que habitaba París, la chica rápidamente se transformo en la heroína de París, saliendo en ayuda del mismo.
Solo esperaba que Chat Noir ya hubiera superado su mayor miedo y no tuvieran el doble de trabajo.
Y sobre ella, solo esperaba no ser tocada por el akumatizado o de nuevo quedaría en desventaja.
Corriendo entre los tejados, pudo divisar el como en un techo paralelo, su fiel compañero corría a su par.
Juntandose ambos detrás de una pared, era momento de comenzar a armar un plan, hasta que los ojos del chico le llamaron la atención.
-¿Pasa algo Chat Noir? -Cuestionó la joven al notar como parecía haber llorado y mucho, debido a lo rojos e hinchados que se encontraban.
-No sabía que dormilón había vuelto y vi como perdía para siempre a una amiga... una muy especial y... lo siento, acabemos con esto. -Respondió volviendo a brotar lagrimas de sus ojos al recordar con detalle, como cierta azabache moría frente a sus ojos abandonandolo para siempre.
Algo que lo perturbaría durante días y que al día siguiente al ver a Marinette, le daría el mas fuerte y largo abrazo en la existencia.
-Solo son pesadillas Chat, nada real, estoy segura que tu amiga esta a salvo, en su casa. Debes quererla mucho para preocuparte de esa manera. -Espetó Ladybug acariciando con suavidad la mejilla del chico.
Pero el desorden y gritos de la ciudad, rompieron su momento de tranquilidad lo que hizo que ambos, regresaran a su mundo haciéndolos concentrar.
-Bien, veamos este es el plan. ¡Amuleto encantado!
Cayendo sobre su mano un pequeño pero filoso cuchillo, sabían a ciencia exacta que es lo que debían hacer.
Formando un buen plan, en el que era importante no ser tocados por los polvos del akuma, ambos estaban listos para contraatacar y ganar.
Ladybug, que en primer momento había necesitado ayuda de Rena, descarto esa parte de su plan al no verla por ninguna parte. Era raro, desde hacía ya varias peleas ella no aparecía en ningún instante y eso le preocupaba, después tendría que hablar con ella y saber si todo se encontraba bien.
ESTÁS LEYENDO
Dormilón 2.0
FanfictionDormilón regresa a París y con las mejoras de los poderes de ShadowMoth, el del akumatizado también incrementaron. Es momento de que ambos héroes confronten sus mayores miedos, aunque ellos mismos no sepan cuales son.