balas.

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Esto duele y no son disparos, supongo que en el juego de la vida los chalecos antibalas o en este caso antisentimientos no existen.
Me disparaste tantas veces que me sé los puntos donde más apuntas, ya no siento dolor amor, estoy contaminada por cada bala que no fue limpiada antes de pasar por mis entrañas, me dijeron que te disparará y cuando apreté el gatillo miré abajo y me había herido a mí misma, con odio supe que sería incapaz de hacerte daño, que antes de que caigas tu caería yo, y de que antes de que tú chaleco se rompiera te daría el mío, soy un escudo humano es mi don otorgado y desgraciadamente nadie valora algo visto como un objeto, por qué tal parece todos nos ven como un objeto más.

rota ; escritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora