El anciano miraba a su nieto desde la cama, notaba como el chico lo miraba con preocupación e inocencia sin tener la más mínimo idea de la enfermedad que estaba amenazando su vida, y en ese reflejo de sus ojos pudo ver de nuevo a su hijo. Su nieto, su Yuuji siendo un híbrido mitad humano mitad venado, tan igual a su padre pero tan diferente a la vez.
Sentía que su muerte se acercaba, después de dieciséis años alejados de la civilización, ocultos en el bosque dependiendo totalmente de la madre naturaleza aún con el aislamiento no pudo escapar del virus letal, aquel que condenó a la raza humana rozar la extinción.
—Yuuji—. Suspiró con pesadez sintiendo como veía cada vez más borroso y sus pulmones comenzaban a fallar.
—¿Si?—. El híbrido se acercó más y tomo su mano, sintiendo cómo estaba más fría, notando como el meñique de su abuelo se movía de arriba a bajo con rapidez, nunca había visto tal acción de su abuelo desde que tenía uso de razón.
—¿No piensas desayunar?— preguntó el anciano viendo hacia la mesa que bien era un carrete viejo, recordando lo mucho que le costó moverlo de los escombros para llevarlo a esa cabaña deteriorada que compartía con su nieto, su hogar.
—No tengo hambre aun—Respondió el chico con una sonrisa gentil.
—Aun... Ve a preparar el desayuno— Una fuerte tos salió de la garganta del anciano cuando terminó su frase.
—¿Para ambos? Eh, ¿con que se empieza?
—Me has visto hacerlo y sé que aprendes rápido, anda.
—Eh... ¿Empiezo con los platos?
—La comida primero
—Uhm ¿Huevos?
El anciano asintió y le dio una pequeña sonrisa, Yuuji ya tenía una edad considerable pero este aún era muy inocente y curioso, sus constantes preguntas de sus padres le hacían estremecer ¿Cómo decirle esa verdad tan cruda? ¿Cómo decirle que su padre...?
Le dolía por completo dejarlo, pero la edad y sobre todo su dependencia por medicamentos básicos simplemente azotaron, aún con eso el virus no tuvo piedad.
¿Qué será de él?
¿Qué le espera en este mundo que está en guerra total?
Yuuji se puso de pie dirigiéndose a la puerta para ir por los huevos de pato.
—Yuuji— Hablo el anciano antes de que su nieto desapareciera de su vista.
El híbrido volteo para verlo de nuevo, iluminado por los rayos de luz de la mañana, reflejando la sombra de sus orejas largas y sus cuernos grandes bien formados y majestuosos.
—¿Si oigo un gruñido?
—Me agachare
—¿Si oigo una voz?
—Correré
—¿Si veo un humano?
—Me esconderé
El anciano sonrió ante las respuestas de su nieto, viendo cómo le daba una sonrisa pequeña para después desaparecer en la puerta. Viendo la espalda de su nieto por última vez.
Corrió por sus tierras, trotando y esquivando ramas y árboles para llegar al principio del río, a la orilla de este su abuelo había construido unos nidos de cubos de metal para que los patos de la zona hicieran nidos y así comer de estos sin dejar sin crías a los animales.
—Hola patos—. Saludo Yuuji con respeto ya que tomaría tal vez 5 huevos para hacer un rico "omelette" ese solo lo sabía hacer el abuelo pero hoy aprendería bien, los animales solo se movieron y corrieron sin miedo alguno para darle paso al híbrido.
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Híbrido
Short StoryLa humanidad esta por desaparecer debido a un virus tan letal que los mata en minutos cuyo principal síntoma es un extraño movimiento en el dedo meñique que lo hace mover tan rápido de arriba a bajo que parece inhumano, en cuanto el virus azota, nac...