regular - by nct ♡

﹫jisung

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Estabas tan cansada. Tan cansada de toda la mierda que el amor tenía para ofrecer. Sí, claro, el amor valió todo el dolor y el sufrimiento para llegar a la parte buena, pero ¿Cuánto dolor y sufrimiento? Estabas cansada de todo.

Cerraste los ojos y apoyaste tu cabeza contra los reposa-cabezas del asiento de tu automóvil. El motor de tu automóvil seguía en funcionamiento y sabías que debías apagarlo, pero estabas demasiado cansada como para preocuparse. Tu radio estaba sonando y querías apagarla también porque había estado reproduciendo comerciales durante los últimos cinco minutos y se estaba volviendo extremadamente molesto, pero ni siquiera podías abrir los ojos. Todo parecía doler. Comenzó por el dolor en el pecho que se había negado a desaparecer durante la última semana, con el tiempo el dolor pareció extenderse hasta que todo dolió. No sabías que tus sentimientos por cierto chico podían hacerte sentir así, especialmente porque ese chico también era la fuente de tu felicidad la mayor parte del tiempo. Tal vez fue porque era la persona más densa que jamás hayas conocido y nunca captó ninguna de las pistas que le enviaste. Pero tal vez él había estado entendiendo las pistas y simplemente no sentía lo mismo. El pensamiento te hace cerrar los ojos con fuerza y ​​el dolor incómodo en el estómago se vuelve más pesado y dolorosamente más apretado. Los comerciales se detienen y una canción comienza a sonar en la radio, es suficiente para que abras los ojos y golpees el tablero con la mano para apagarlo. Las canciones de amor eran la perdición de tu existencia en este momento y lo último que querías escuchar. Cuando la radio dejó de sonar, tu respiración agitada se vuelve más prominente en el automóvil ahora silencioso.

Durante el último mes, aproximadamente una vez a la semana, sucedió lo mismo. Llegabas a casa después de pasar el rato con él y siempre comenzaba con el dolor de estómago. Crecería y crecería y te dejaría en el punto en el que estabas sin aliento. Llegaría al punto en que sentías que no podías respirar y terminaría llorando en tu auto dolorosamente sola. Podías sentir el sollozo en tu garganta amenazando con salir. Estabas a punto de dejarlo salir cuando un golpe en tu ventana te interrumpe. Mueves la cabeza hacia la ventana y tus ojos hinchados se encuentran con la mirada oscura de tus mejores amigos. Sus labios suaves forman tu nombre mientras continúa golpeando suavemente la ventana de tu auto. Respiras hondo y bajas la ventana.

"¿Qué estás haciendo aquí Jisung?" Le preguntas al chico con un poco de dureza. Su rostro preocupado se retuerce de asombro ante tus palabras. Te arrepientes de lo que dices cuando ves su rostro.

"Dejaste tu libro en mi casa, sabía que querrías leerlo esta noche, así que vine a dártelo", Jisung levanta la mano y muestra tu libro. Era tu libro, y de hecho había planeado leerlo esta noche. Tu corazón contrasta dolorosamente y no puedes detener las lágrimas que comienzan a fluir por tus mejillas ante su amabilidad. Enterras tu cabeza entre tus manos y empiezas a sollozar.

"¡t / n! ¿Fue algo que dije? Lo siento, por favor, no llores ", una de las manos de Jisung entra en tu auto y comienza a acariciar tu cabeza suavemente tratando de consolarte. Solo empeora tus sollozos. Jisung siempre estuvo ahí para ti. Desde cuando eras niños y te raspabas las rodillas en las aceras ásperas, hasta que solo conseguiste un listón de participación en tu feria de ciencias y cuando tu primer novio te dejó por su ex. Amabas a Jisung más de lo que creías posible. Jisung continúa acariciando tu cabeza y susurrando alentadoramente, "Está bien" para ti. Lentamente, sus sollozos comienzan a desvanecerse.

"t / n, por favor háblame", te dice Jisung en voz baja. Su voz era suave y reconfortante, fue suficiente para traerte de regreso a la tierra.

Levantas la cabeza y lo miras. Solo mirarlo casi te hace empezar a llorar de nuevo. Se veía absolutamente adorable. Sus cejas estaban arrugadas por la confusión y sus labios formaron un puchero suave. Te dolía el corazón al verlo preocupado, sobre todo porque sabías que estaba preocupado por ti.