Mirada esquiva

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No mirarle a los ojos, 
no es una descortesía, 
tampoco una grosería. 
Es no ceder a mis antojos. 
Más bien es estrategia. 
No un capricho, necesidad. 

Es evitar grosso modo 
perderme en su mirada; 
evitando oírla, para así escucharla. 
Mirarla y escucharla sería como,
muy difícil, por eso pido disculpa,
de rodillas pido disculpa.

Quiero enamorarme pero solo...
por lo que escuche no por lo que vea
sin importar cuán hermoso sea.
Y si usted es igual, solo
si usted es igual podrá enamorarse
del cabizbajo que le escribe esta tarde.

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