✧𝗛𝗮𝗺 𝗮𝗻𝗱 𝗽𝗲𝗮𝗰𝗵 𝗷𝘂𝗶𝗰𝗲 𝘀𝗮𝗻𝗱𝘄𝗶𝗰𝗵.

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edades del km.

Jm: 13años
Jk: 12 años.

Park era un niño como todos, jugueton, divertido y muy hablador, tenia una personalidad un poco inisual, pero era muy buena persona; como todos los días, Jimin iba caminando por la escuela, con su sonrisa característica que las chicas y chicos del colegio amaban y elogiaban. Esa sonrisa tan linda que derretía a cada uno de los corazones de los estudiantes. Esa sonrisa era muy tierna al igual que muy preciosa.

Era la hora de almuerzo, la hora feliz o así le decía Jimin cuando tocaban la alarma para alimentarse. Porque ya sabes, la barriga llena ayuda a que la mente procese más rápido, el cataño amaba esa hora; ya que come unos panqueques, vasos de frutas picadas, waffles u tortitas de cualquier cosa, todo eso a veces lo compraba en la cooperativa del instituto.

Por ejemplo, hoy iba saltando como colegiala emocionada cuando su artista favorito la veía a los ojos, claro, estaba así porque ya iba a comer, Jimin amaba todo lo que sea comestible, todo y cuando le guste.

Llegó a la cooperativa y aprovechó a comprar, el lugar no estaba muy lleno y aprovechó eso.

Irene quien trabajaba ahí con demás mujeres lo atendió.

—Hola Jimin ¿Qué vas a llevar hoy?—pregunto la mujer, esta tenía una sonrisa muy bonita.

Jimin toco su barbilla pensando en lo que comería.

—¿Qué tienes el día de hoy?—preguntó mientras veía el gran letrero donde estaba escrito el menú del día.

—Tengo todo lo que está ahí—apuntó el gran letrero donde estaba todo el menú—hoy no vinieron a comer aquí, ya que a veces sus madres le dan su lonche para que coman.

Jimin hacía sonidos pensativos mientras miraba los diferentes platillos, asentía de vez en cuando, cuando Irene le hablaba.

—Me da una tortita de jamón y un jugito de néctar de durazno...—dijo con su voz suave y su sonrisa tierna que siempre lo caracterizaba.

—Okey, espera un poco mientras te lo preparo.—dijo la chica.

Jimin asintió y esperó por su torta, en la televisión que tenía la cooperativa, pasaba un drama que a Jimin le intereso mucho y pues se quedó ahí pegado viendo a que horas la Ji Eun Tak le da un besito al inmortal, en fin. No todo sale como quieres.

La chica llamó a Jimin diciendo que su torta estaba lista y su juguito también. Jimin tomó y pagó todo, caminó hacía las bancas que estaban del otro lado de la escuela.

Con toda la felicidad caminó medio rápido al comedor para que no se le cayera su juguito, ya que este tenía un envase de cristal. De pronto, alguien se topó con él, provocando que su querida y amada torta se cayera al suelo asqueroso del instituto. Jimin enojado encaró al provocante de todo.

—¿Por qué me empujaste?—preguntó Jimin enojado.

—Oops no te vi—el chico pelinegro sonrió con burla.

Jimin notó aquello y se enojó. Juraba, pero juraba por las nalgas de su prima que él lo hizo a propósito.

Jimin se iba a acercar a empujarlo, pero luego vino la maestra impidiendo su cometido. Esa maestra era tal y como un león, acechaba cuando veía o percibía peligro.

—¿Qué pasa Jungkook y Jimin?

Jimin al escuchar el nombre del chico lo miro feo por haber tirado su torta.

—Ese niño cabeza de coco, dientes de ratón y nariz de tucán me tiró mi torta, maestra—dijo Jimin mientras apuntaba su torta que se encontraba en el suelo todo embarrado.

¡el amor de mi vida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora