Parte 1

11 3 0
                                    

Si, gracias, papá, ya se que soy una basura que no sirve para nada, se le agradece por recordármelo — Me dije en voz baja una vez entre en mi habitación.

Era tan agotador el escuchar casi todos los días las mismas palabras, que aunque fingiera que no, seguían haciendo el mismo daño siempre.

Empecé a escuchar mi teléfono sonar por un spam de mensajes, sabiendo por el tono de quién se trataba.

Jimin era mi vecino y amigo de infancia, siempre había sabido el como mis padres se traban entre si, y pasado los años me empezaron a tratar a mi.

Era imposible que no escuchara todo siempre, así que era bastante normal el leer que me pedía, o mejor dicho, me exigía que saliéramos a dar vueltas un rato.

Solo tomé una chaqueta, para salir por la ventana, como siempre lo hacía al escapar después de las discusiones con mis padres, viendo que Jimin ya estaba afuera esperándome.

Te me hiciste mago o eres flash en secreto? — Le dije con una suave sonrisa burlona, mientras metía las manos en los bolsillos de mi chaqueta.

Tampoco vivo tan lejos — Ambos reimos para empezar a caminar sin rumbo fijo.

A donde nos lleva hoy, guía turístico? — Mencioné en cierto tono chistoso.

Para la próxima, ni te saco de tu casa — Jimin golpeó con suavidad mi hombro sin borrar su sonrisa de siempre.

Gracias — Susurré entre leves risas.

Sé muy bien que necesitabas salir un rato — Sentí su mano acariciar mi espalda con suavidad.

Sabes que siempre necesito salir un rato — Bajé la mirada solo viendo los pasos de ambos — Si no fuera por ti, dudo mucho que si seguiría aquí — Fue inevitable que mi voz se quebrara un poco al mencionar esto, observando de reojo como Jimin se paraba en frente mío, sintiendo sus manos sobre mis mejillas, y moviendo mi cara para encontrar mi mirada.

Solo unos años más Tae, te prometo que haré lo que sea para que en un par de años nos vayamos de aquí — Quizás en un par de años ya no seríamos amigos, quizás yo ya no formaría parte de su vida, pero, esas palabras eran todo lo que me hacía seguir.

Por más que la familia Park se viera como la familia perfecta, a puertas cerradas, era casi tan detestable cómo la mía.

Solo pude colocar una de mis manos sobre una de la suyas, sonriéndole de manera débil, tratando de darle la tranquilidad que sus ojos me gritaban necesitar.

Te prometo que esperaré — Susurré aún cuando tenía miedo de mi mismo, sintiendo en el abrazo que el contrario me dió, ese deseo de que jamás me atreviera a romper mi promesa y aún con duda de saber si sería capaz de ello, le regresé el abrazo, sintiendo seguridad al cerrar mis ojos, después de todo, él había sido el único que había demostrado quererme en realidad todos estos años, era el único hogar que tenía y cada que solo estábamos nosotros, sentía que tampoco es como que necesitara a nadie más que él, ni ahora, ni nunca.

Era una suerte que nadie transitara a esas horas por ahí, sino, serían más problemas para ambos por solo estar abrazados.

Después de un rato seguimos caminando, esta vez con un rumbo ya conocido, la vieja casa abandonada entre medio del pequeño bosque cerca del vecindario, no había día en el que escaparamos que no fuésemos ahí.

Como ya era costumbre, nos subimos al techo de la casa para justo ver la puesta de sol.

¿Dónde iremos a meternos cuando compren esta casa? — Dije con voz suave para girar a verle un rato después.

Pues aquí mismo, las únicas personas locas que comprarían esta casa seríamos nosotros — Mencionó el mayor con obviedad.

— ¿O sea que piensas que vamos a vivir juntos? — Siempre me hacía gracia ver al contrario "enojarse", parecía un pollito enojado. Pude escucharle soltar un pequeño gruñido por mi pregunta — ¿Piensas que nadie más sería capaz de soportarme cómo para vivir conmigo? — Mencioné con total intención de hacerle drama, no pudiendo aguantar mi risa bien cuando le ví rodar los ojos.

Eres un dramático, Kim — Dijo mientras negaba, sin tampoco poder ocultar su sonrisa.

Pero así me quieres — Levanté mis hombros con una amplia sonrisa victoriosa.

¿Y a ti quien te dijo esa mentira? — En su tono podía escucharse perfectamente el como estaba a nada de reír, jadeé fingiendo indignación por sus palabras

— ¿O sea que no me quieres? Bien, me voy — Hice el ademán de irme, sintiendo los brazos del contrario rodearme

No, Taetae, no te vayas — Dijo entre risas el mayor mientras yo sorbía mi nariz, sintiendo un golpe de su parte en mi brazo — Bobo — No pude evitar reír junto a él, sintiendo algo distinto esta vez al verle reír, quedándome un par de segundos más observándole con una amplia sonrisa una vez nuestras risas se había apaciguado, Jimin solo giró a verme con el ceño fruncido, analizando me de pies a cabeza en juego por verle mucho rato, sacándole la lengua y viendo cómo rodaba los ojos en respuesta, para ambos reír otra vez, con suavidad en esta ocasión, sintiendo mis mejillas arder una pizca.

Nos quedamos un largo rato viendo como el sol se ocultaba, pero en mi mente aún seguían todas esas sensaciones diferentes a todas la veces anteriores que estaba en su compañía, así que decidí llevar mi mirada nuevamente a él, viendo sus ojos brillar con los poco rayos de sol que aun quedaban, el como la brisa de otoño movía sus cabellos con suavidad, como el ambiente le hacia ver tan, perfecto.

Caí en cuenta que en realidad todas esas sensaciones llevaban ahí hacia un tiempo, pero recién las notaba.

Caí en cuenta un Octubre que hacia mucho tiempo ya no veía a Jimin cómo un amigo.

Un Octubre descubrí que me había enamorado perdidamente de él, y por un momento, sentí alegría y paz, aún si el no sentía lo mismo, aún si eso me metía en más problemas.

Me sentía feliz de haber caído por alguien como él.

We fell in love in October || VMin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora