Encuéntrame tú

Cuéntaselo a nana

Abro mis ojos y veo la luz de mi cuarto apagada, no se cuento dormí o a qué hora es. Me levanto de la cama y siento un pequeño mareo, cundo estoy por caerme dos manos me sujetan de la cintura.

- Mía, no olvides que te quiero - levanto mi rostro y veo los ojos de Él, parece triste.

- Porque me dañaste? - siento lágrimas por mis mejillas.

- Porque eres muy poca cosa para mí, ni sirves como amiga - de repente observo a mis tres "amigas" aparecer y reírse con el.

- No! Noooo!!! Noo!! Porfavor... nooo!!!, tú no eres así, nooo!!! .... - siento mucho dolor en mi corazón y empiezo a gritar desesperadamente.

No se cuando se va acabar, siento que me hundo en sus miradas, cuando escucho...

- Mía, Mía!!! Ohhh!! Pequeña es solo un sueñooo... despierta bebé - me levanto asustada, llorando y la abrazo

Gracias, gracias... solo es un sueño, un maldito sueño... me repito en mi mente las veces que pueda.

- Lo siento nana, lo siento, yo... no quise... asustarte - digo temblando y llorando.

- No te preocupes mi pequeña, aquí está nana para cuidarte - me abraza con todas las fuerzas que puede.

Pasan dos horas hasta que me voy calmando en los brazos de nana. A pesar que he dejado de llorar, siento un nudo en mi corazón que no puedo explicarlo. Me duele mucho el mal sueño que tuve que pasar y no se como evitar sentir esto. Siento que nana me deja de abrazar y me levanta la quijada para que le mire a los ojos.

- Mi princesa, cuéntaselo a nana que es lo que te está pasando? Porque te despiertas con pesadillas? Y porque estás tan triste? Dime mi bebé - veo sus ojos y parece muy preocupada, desde pequeña siempre sentí que nana era como mi mamá; pero ahora ella es mi todo, en verdad no sé qué haría si ella no estuviera aquí, toda la vida me ha cuidado. Y desde que tengo conciencia o uso de razón, siempre me ha transmitido ese amor tan grande y puro que los padres le dan a sus hijos. Espero que ella nunca me falte, es la única con la he siento que puedo contar para lo que sea en mi vida.

- Nana, yo... nunca sentí esto por alguien, siempre fui desconfiada con mis amistades pero cuando intento dar un paso a conocer a alguien más, mis otras amistades no solo se alejan sino me dañan y se burlan de mi, que puedo hacer nana? Acaso en verdad nadie fue mi amigo? A caso valgo tan poco como para convertirme en una verdadera amiga? - digo entre sollozos.

- Mi pequeña de verdad que trato de seguirte el paso pero no entiendo nada - veo su cara de angustiada y me rio.

- Lo siento nana, solo que me dió risa tu gesto - digo riendo más fuerte.

- Almenos me siento mejor al saber que te he podido sacar una sonrisa con mi hermoso rostro que tengo - levanta y agacha sus cejas. Me vuelvo a reír más.

- Para nana, me voy a orinar de tanta risa - la abrazo.

- Ahora si mi princesita, cuéntame qué pasó? - me mira con gesto tierno. Suspiro.

- Lo que pasa nana es que conocí a un chico.

- Wouuuuu... esa es mi pequeña!! - me guiña un ojo.

- No nana, me rompió el corazón - me cubro el rostro con mis manitas.

- Ohh!! Quien es ese? Para ir a jalarle de las orejas - dice enfadada.

- No nana, solo que todas las chicas estaban enamoradas de él, ademas yo no sabía que mis tres "mejores amigas" también y todos estos días me han estado amenazando para que me aleje de él y como sabes yo no hice caso; pero luego me dijeron que él no me quería como una amiga en verdad, que solo estaba conmigo porque le daba pena. Yo las ignoré y no les creí, ni siquiera comprendía su actitud, yo las consideraba mis hermanas - digo triste.

- Sabes que nunca estuve de acuerdo con esas amistades, me parecían falsas desde la primera vez que las vi pequeña.

- Lo se nana pero yo creía que estabas equivocada y pues... justo un día antes de enfermarme, yo había salido antes del recreo porque quería ir al baño y en eso me encuentro con ellas y... - comienzo a llorar.

- Tranquila pequeña, cuéntame qué pasó - a pesar que me duele, se que puedo confiar en ella y no quiero tener esto guardado así que no, no pienso esperar más tiempo, se lo quiero contar