Transmigré al cuerpo del villano, ahora trataré bien al protagonista

137. La doncella de palacio seleccionada

Xiaoluzi se arrodilló con la voz llena de miedo.  “Su Majestad, por favor, mírenos.  Su Majestad dice que si Su Majestad no está satisfecho con nosotros, no nos dejará vivir y yo también moriré.  Por favor, tenga piedad de nosotros ".

Ke Ruan ya estaba enojado.  "No es asunto mío si mueres".

No había voz fuera de la puerta.

Ke Ruan se puso de pie rápidamente.  Si hubiera sido alguien más quien lo hubiera dicho, solo lo habría tratado como una broma, pero Si Yuhan era diferente.  Era un hombre de palabra.  Si dijera que quería matar a estas personas, nunca les mostraría misericordia.

Como decía el viejo refrán, si el rey del infierno llamaba a uno a la medianoche, ¿quién se atrevía a retenerlo hasta las primeras horas de la mañana?

Si Yuhan era el rey viviente del infierno.

Abrió la puerta apresuradamente y todos los que estaban afuera se arrodillaron en el suelo.  Xiaoluzi bajó la cabeza y se secó las lágrimas.  Detrás de él, había más de diez criadas de palacio y eunucos con las cejas bajas que parecían tener miedo ya que sus hombros temblaran incontrolablemente.

Ke Ruan nunca había sido una persona cruel.  Hizo un gesto con la mano y dijo con impotencia: “Bueno, levántate.  Es solo para elegir algunas doncellas de palacio.  Ya que estás aquí, está bien echar un vistazo ".

"Gracias, Emperatriz."

La boca de Ke Ruan se torció.  "Tienes que incomodarme haciendo hincapié en el título, ¿verdad?"

Se dio la vuelta y entró en la casa, sentándose en el taburete y sirviéndose una taza de té para él.  El té aún estaba caliente y la fragancia llenó instantáneamente su boca.  No tenía un sabor amargo, de hecho era un té de calidad con un ligero aroma.

"Levanten la cabeza y dejen que Su Majestad les eche un vistazo".

Justo cuando Ke Ruan tomó un bocado de té, instantáneamente lo escupió.  Afortunadamente, estaba demasiado lejos de ellos.  De lo contrario, definitivamente se salpicarían con el té.

Se secó el agua de la comisura de la boca y miró a la gente arrodillada fuera de la casa.

'¿Son las doncellas de palacio elegidas para mí?  ¿Está seguro de que no me ha encontrado las hachas de batalla?'

No era una exageración describirlas como "horribles".

Tomen a las dos chicas detrás de Xiaoluzi, por ejemplo.  El de la izquierda tenía una cara grande como un pan plano con la nariz colapsada y ojos diminutos que estaban a punto de estrecharse en rendijas.  En cuanto a la de la derecha, su cara era pequeña, pero las marcas de viruela le habían marcado la cara, que parecía un colador.

No había necesidad de mencionar a las pocas personas detrás de ellos.  Era difícil verlos en la oscuridad, pero sus figuras podían compararse con las de los elefantes.  '¿Dónde, en nombre del cielo, seleccionaron a estas doncellas de palacio?'

Una mujer que entraba en el palacio imperial, ya fuera una sirvienta de palacio o una concubina, tenía que ser cuidadosamente seleccionada.  Aunque no necesitaba tener una cara que pudiera lanzar mil barcos, al menos tenía que ser delicada.  '¿Qué diablos están haciendo con la selección de las sirvientas?'

Ke Ruan entendió que Si Yuhan lo hizo a propósito, ¡absolutamente!  ¿No envió deliberadamente a estas personas para que se sintiera incómodo?

Xiaoluzi tampoco sabía de dónde venían estas sirvientas.  También se sorprendió cuando las vio por primera vez.  Sería tan molesto que la emperatriz tuviera que verlas todos los días.  Así que de repente simpatizó con Ke Ruan.

"Emperatriz, estas personas fueron elegidas por Su Majestad".

Ke Ruan, "..."

Rápidamente se sirvió otra taza de té para ayudar a superar su conmoción.  “Entonces, debo aceptar a estas personas, o no podrán vivir.  ¿A eso te refieres?"

"Sí."

Ke Ruan sintió que le dolía la cabeza sin detenerse.  “Está bien, lo entiendo.  Si necesitan quedarse, simplemente hágalo.  Xiaoluzi, puede organizar su alojamiento y trabajos.  Ahora puedes irte ".

"¡Sí!"

Ke Ruan se levantó rápidamente y cerró la puerta.  "No debería haber sido así.  Los rostros de las personas son otorgados por sus padres.  No debería haberlos discriminado.  Sí, me equivoqué al hacer eso ".

Ke Ruan siguió lavándose el cerebro.